Siempre les quedará Franco

ANTONIO PÉREZ HENARES
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La exhumación de los restos del dictador es el tema estrella de Sánchez, aunque a la mayoría de los españoles no les interesa

El estreno parlamentario como presidente de Pedro Sánchez ha sido tal fárrago, tal pantanal de palabrería, que Rafael Hernando parecía luego un Demóstenes. Producciones Redondo ha cosechado esta semana una ristra de estrepitosos fracasos. El parlamentario se pudo tapar, en parte -el oficio de palmero comunicacional es una carrera con creciente salida- pero el aquelarre que se han montado ellos solitos en RTVE y que ha acabado con todas las escobas volando, las brujas descabalgadas y los brujos con los pelos socarrados, les ha supuesto un ridículo memorable. 

La parva de consejeros PSOE-Podemos-separatistas (10 de 10 de la cuerda, prueba inmaculada de pluralidad, consenso y despolitización) cesados antes de tomar posesión siquiera ha sido uno de esos gatillazos que dejan memoria amarga y deja a pares para los restos. ¡Menudas se habrán puesto Rosa Maria Artal y Cristina Fallarás, que ya se veían de reinotas televisivas con la pifia! Como aquella Pardo de Vera a la que le dijo Pablo Iglesias que iba a ser presidenta y se acabó quedando donde estaba, en el panfleto digital de Roures.

Aunque quizás esta última se consuele con aquello del mal de muchos, como los Escolar, Gil y ahora el pobre Flores, que son los otros damnificados, ellos se han prestado con gusto, por cierto, del sucio enjuague cuya pretensión es solo una, aunque se vista la manipulación, como la mona, de seda: el convertir a RTVE en el principal vehículo de AGITPROP (Agitación, Prensa y Propaganda) de la coalición Frankenstein (PSOE-Podemos-separatistas). Y para ello primero había que convertir en verdad que ahora el medio era algo infame y que se había amordazado cualquier voz contraria al anterior Gobierno, cuando el hecho es que por tertulias y por programas lo que había siempre era una inflación de independentistas y ya no digamos de la constelación podemita.