Evans desafió las expectativas al seguir respirando sin ayuda durante días. "Mi gladiador tumbó su escudo y ganó sus alas a las 02:30. Tengo el corazón roto", ha escrito el padre del niño, Tom Evans, en un breve comunicado en Facebook.Expertos médicos del país habían acordado que sería inútil más tratamiento para Alfie, pero sus padres querían llevarlo a Roma, donde el hospital Bambino Gesu del Vaticano había ofrecido cuidarlo. Un tribunal británico rechazó una apelación de los padres el miércoles para llevar a su hijo a Italia.El caso ha provocado fuertes sentimientos sobre si los jueces, médicos o padres tienen derecho a decidir sobre la vida de un niño.