Bien abastecidos de agua

Antonio Gómez
-

Bien abastecidos de agua - Foto: Nestor De La Vega Robayna Reyes Martínez

El agua que llega a casa de los conquenses lo hace gracias a una compleja red de tuberías que  salen de los depósitos de agua que hay distribuidos por la ciudad y las pedanías. Algunos de ellos se pueden ver a simple vista, pero otros están perfectamente camuflados en las calles formando parte del paisaje urbano. El sistema de almacenamiento en Cuenca consta de 11 depósitos de agua con una capacidad total de 34.400 metros cúbicos mientras que en las pedanías hay otros siete depósitos que contienen 700 metros cúbicos.
El agua que hay en estas instalaciones proviene de los manantiales de Royofrío, Cueva del Fraile, Fuente de los Aserradores, Albaladejito y El Recuenco. Los depósitos de mayor capacidad se encuentran situados en el Cerro Molina  donde hay dos con una capacidad de 7.500 metros cúbicos cada uno de ellos. Los  técnicos del Área de Calidad y Tratamiento de la empresa Aguas de Cuenca, señalan que otro de los depósitos de mayor tamaño «son los que están en Dehesa de Santiago, donde hay, en concreto, dos con una capacidad de cada uno de ellos de 3.600 metros cúbicos». 
 En Villa Román hay otros dos que contienen 3.500 metros cúbicos y luego hay más en El Castillo, Calle San Pedro, Sepes, con distintas capacidad, y en las pedanías hay otros siete. Éstos últimos son  de 100 metros cúbicos y se encuentran situados en La Melgosa, Mohorte, Valdecabras, Cólliga, Colliguilla, Villanueva y Tondos. 
 
gran calidad. El agua que hay en esos depósitos es de gran calidad, y según los técnicos, «con la concentración de sodio, magnesio y bicarbonatos similar a algunas de las aguas minerales más conocidas que hay en el mercado».
         Tal es así, que el agua que se bebe en Cuenca bien podría venderse en cualquier supermercado del mundo porque «no tiene nada que envidiar a las que están embotelladas». El grado de dureza del agua dependerá del carácter geológico del suelo y, por lo tanto, «la que se bebe en la ciudad es moderadamente dura, pero eso no supone ningún peligro para la salud de los conquenses». 
        Cada vez que se limpian los depósitos, los técnicos del Área de Calidad de la empresa Aguas de Cuenca realizan inspecciones y controles para asegurarse de que están construidos con materiales que no transmitan sustancias o propiedades que empeoren la calidad de la misma. 
       De igual forma, se vigilan las instalaciones más importantes y cada 15 días las visitan por «si hubiese alguna incidencia, por ejemplo, que se haya detectado alguna valla rota o que hubiera pasado alguien al lugar». 
Las instalaciones que tienen que ver con la distribución del agua en la ciudad de Cuenca y sus pedanías que se visitan son las «de Royofrío, Cueva del Fraile, Tondos, Albaladejito, Valdecabras y también la estación de bombeo y distribución  que hay en la zona de Las Grajas».