La mirada de Isidoro Gómez Cavero refleja su amor por el escudo del Ciudad Encantada. Desde su llegada a la presidencia en 2011, el máximo mandatario del club conquense ha trabajado con ahínco para sanear las cuentas de la entidad y, al mismo tiempo, formar una plantilla competitiva sin apenas ayudas institucionales. Pese a la adversidad, los de Cuenca han conseguido afianzarse en la Liga Asobal y convertirse en el equipo revelación del campeonato gracias a la sabiduría de Zupo Equisoain. Tras la marcha del técnico navarro, Gómez Cavero y su directiva han apostado por los técnicos Lidio Jiménez y Rafa López, dos hombres de la casa, para seguir creciendo como bloque.  

 

¿Qué balance hace de sus tres años en la presidencia del Ciudad Encantada a nivel deportivo?

 

La visión es muy positiva porque hemos logrado los mejores resultados de la historia en los últimos tres años. En este periodo, el equipo ha sido capaz de finalizar en la sexta plaza en dos ocasiones e, incluso, nos han invitado para jugar en Europa. 

 

¿Cuál es la situación económica del club conquense?

 

Nada más llegar nos encontramos con un problema enorme porque tuvimos que lidiar con una deuda enorme. El primer año que llegué a la presidencia ya estaba fijado un gasto de unos 900.000 euros y había un desfase de 700.000 euros en el presupuesto. En este sentido, optamos por reducir los gastos al máximo, ya que los ingresos descendieron considerablemente con el paso de los años. Ahora mismo, la deuda es de unos 340.000 euros. Por si fuera poco, el apoyo institucional es, prácticamente, nulo y nos has tocado sanear el club en plena crisis. 

 

¿Está en peligro la continuidad del equipo?

 

Ahora mismo, no. La situación es complicada y cada vez tenemos que jugar más con la plantilla para cuadrar los números y planificar la temporada. Estamos obligados a reinventarnos constantemente porque no podemos retener a los jugadores que despuntan en Cuenca. Es imposible competir contra equipos más poderosos. 

 

¿Con qué presupuesto contará la entidad el próximo curso?

 

El presupuesto volverá, de nuevo, a reducirse, aunque aún no sabemos la cuantía exacta. GlobalCaja no va a ser el patrocinador principal, por lo que necesitamos muchos más apoyos. El año pasado lo afrontamos con unos 400.000 euros y la próxima campaña llegaremos, como mucho, a 300.000. 

 

La falta de apoyos institucionales es un handicap a la hora de diseñar la plantilla ...

 

Por supuesto. En estos tres años sólo hemos recibido el respaldo de la Diputación Provincial. Ni la Junta ni el Ayuntamiento han aportado nada. Tenemos apalabrada la ayuda del Gobierno regional, pero todavía no hemos recibido ninguna cantidad. La directiva ha tenido que poner dinero de su bolsillo. 

 

¿Han estudiado otras vías de financiación?

 

Siempre estamos abiertos a nuevas fórmulas. El problema es que se ha pasado de dar mucho a no dar nada, lo que ha limitado nuestras posibilidades. Creo que hacen falta más iniciativas innovadoras y que debe haber una intención política global. Necesitamos ir todos de la mano y buscar vías que incentiven, por ejemplo, la participación de las empresas para poder avanzar.

 

¿Es posible confeccionar una plantilla competitiva con tan pocos recursos?

 

Cada vez resulta más complicado. El objetivo es hacer un equipo lo más competitivo posible con un presupuesto real, acorde a nuestros activos.

 

El proyecto de ampliación de El Sargal sigue estancado ...

 

Tenemos un problema en este asunto porque el pabellón se nos queda pequeño, por lo que es imposible gestionar un mayor número de socios y obtener más ingresos por esta vía. El proyecto está paralizado por la crisis y será muy difícil que se ponga en marcha. 

 

El futuro del Ciudad Encantada está lleno de incertidumbre ...

 

Mantener a un equipo en Asobal es complicadísimo. Que sigamos ahí dependerá de los conquenses. Cuenca es una ciudad con muy poco tejido empresarial y eso también se refleja en el balonmano. Tenemos que romper ese círculo y cambiar el flujo si queremos que esta situación cambie.  

 

La salida de Zupo Equisoain a Qatar deja el proyecto huérfano, ¿cómo se cubre ese vacío tan grande? 

 

Vamos a apostar, decididamente, por la cantera. Con Zupo nos habíamos acostumbrado a estar entre los primeros porque teníamos una cierta garantía de que las cosas saldrían bien. La idea es apoyarnos en las categorías inferiores con el fin de que los chavales puedan nutrir algún día al primer equipo. Se trata, en definitiva, de contar con unas bases sólidas. Esa es una nuestra gran ilusión.

 

¿Cuál es su máxima preocupación en estos momentos?

 

Sin lugar a dudas, el trabajo que se haga con la cantera, mucho más que el año que podamos hacer. Si los chicos se animan y los padres van a verlos podremos crear un proyecto más fuerte. Además, reduciríamos el presupuesto y habría una mayor incentivación. Lo que está claro es que no podemos fichar constantemente. El modelo a seguir es el de Granollers y León.

 

¿Por qué decide apostar por Lidio Jiménez y Rafa López en el cuerpo técnico?

 

No tuvimos ninguna duda porque son personas muy serias y de la casa. Lidio ha trabajado junto a Zupo y Rafa conoce bien las categorías inferiores. Confío plenamente en ellos porque están muy implicados y conocen la problemática del club.

 

¿Volverá a presentarse a las elecciones del club en 2015?

 

Mi intención es la de no continuar en la entidad porque estoy bastante cansado. Quiero cumplir honradamente estos cuatro años e intentar que la entidad se quede en buenas manos.

 

¿Qué mensaje lanzaría a la afición conquense?

 

Les diría que estén tranquilos porque el balonmano seguirá presente en Cuenca. Contamos con una de las mejores aficiones de España y eso nos da mucha fuerza. Es un orgullo ver el pabellón lleno y tener una peña tan increíble.