Adiós al tabaco

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El Programa de Deshabituación Tabáquica logra que un 56% de los participantes deje de fumar mediante terapias de grupo y conductas de hábitos saludables

Adiós al tabaco

ás de doce años lleva en marcha un Programa de Deshabituación Tabáquica grupal en el medio rural en el Centro de Salud de Minglanilla, dependiente del Área Integrada de Cuenca. Desde entonces han conseguido que el 56,5% de los pacientes participantes en el mismo haya logrado abandonar el tabaco, manteniéndose sin fumar el 42,5% al año y el 36,8% a los dos años.
Los profesionales sanitarios de este centro de salud, que cuenta con una población adscrita de 5.000 habitantes de las poblaciones de Villalpardo, Graja de Iniesta, Puebla del Salvador, La Pesquera y Minglanilla, comenzaron el programa de abordaje del tabaquismo en el año 2002, informó  la Junta en nota de prensa.
La efectividad de la intervención se considera muy elevada, con tasas de abstinencia altas, lo que se consigue gracias a la continuidad e intensidad de las acciones que se desarrollan. Se ha trabajado con 359 pacientes, con una edad media de 39,5 años y en más de un 70 por ciento de los casos han demandado ellos mismos el tratamiento.
Las personas que desean dejar el hábito tabáquico son reclutadas por los profesionales de las consultas de Atención Primaria y si no presentan patologías que obliguen a derivarlos a la Unidad de Tabaquismo del Hospital Virgen de la Luz, se incluyen en el Programa que se desarrolla en diez sesiones, a lo largo de tres meses y medio.
 
Tratamiento.  Dichas sesiones se llevan a cabo en horario de tarde con grupos heterogéneos de entre 15 y 20 personas. Primero se evalúa a los pacientes utilizando diferentes cuestionarios sobre su hábito de consumo, hasta realizar un diagnóstico e instaurar las medidas terapéuticas y farmacológicas más oportunas en cada individuo. Asimismo, se trabaja sobre los efectos secundarios del tratamiento y se intenta evitar el síndrome de abstinencia mediante técnicas psicológicas, de relajación y modificación de conducta.
 En las sesiones programadas, además de estimular la expresión personal y grupal sobre el abandono del tabaco, se revisan y promueven cambios en el estilo de vida hacia conductas más saludables y cada persona realiza un contrato verbal de compromisos y objetivos con el resto de participantes.
Los profesionales de Enfermería además de realizar un seguimiento clínico recogiendo las constantes de presión arterial, peso y realizando pruebas como la cooximetría, asumen un papel de educadores. Así, ayudan a cumplir los objetivos tanto a nivel conductual como de dependencia psíquica y física del tabaco.
Este programa lo llevan a cabo en concreto la enfermera Juliana Pardo, como investigadora principal, junto con los médicos de familia, Francisco Javier Sánchez, Pilar Torres, Marco Antonio Latorre, Carmen Gómez; los enfermeros Margarita Cañizares y Gonzalo Antón y la fisioterapeuta Susana Priego, así como el médico residente Rafael Romero.
Las sesiones grupales del centro de salud de Minglanilla suponen un acercamiento a las personas del ámbito rural que se encuentran en zonas distantes a la capital y que tendrían impedimentos a la hora de asistir a actividades para la deshabituación tabáquica fuera de su zona de residencia.