A rematar la faena

Leo Cortijo
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El Liberbank Cuenca tiene en la mano el pase a la fase de grupos tras lograr una renta de cinco goles en tierras belgas. El Sargal se llenará para vivir una jornada histórica

Toca levantarse, curar las heridas y, como el toro bravo, crecerse en el castigo. Tras la dolorosa derrota liguera en casa contra el Teucro entre semana, el Balonmano Cuenca tiene la obligación de rematar la faena en Europa. Lo tiene en la mano. Dar carpetazo a la tercera ronda de la EHF Cup no debe ser un impedimento tras el 29-34 de la ida en tierras belgas. Cinco tantos es una holgada renta para defender en un Sargal que se llenará hasta la bandera para apoyar desde la grada a los suyos.

La fase de grupos de esta competición espera y prolongar el sueño europeo, también. Para ello, y tras la extremadamente sensible baja del Colo Vainstein, hombres clave como Dutra, Ponciano, Doldán y Montoro deben ofrecer su mejor versión sí o sí. Como así ocurrió en tierras belgas con la dupla Maciel-Dutra. El primero, espectacular bajo los palos; y el segundo, tres cuartos de lo mismo de cara a puerta, con una docena de goles. Aún así, por encima de todo, lo más importante es el equipo y que éste juegue como un bloque.

De nada servirán las individualidades si el conjunto se muestra desconectado y no funciona como un engranaje perfecto. En esa idea ahonda el técnico, Lidio Jiménez, defensor de la propuesta de que la derrota en la última jornada liguera no se debió a un problema físico por la carga de partidos, sino a una cuestión mental.

El Liberbank Cuenca ofreció un recital de imprecisiones contra el Teucro, que supo cómo castigar sus errores. Además de que en los momentos clave del partido faltó precisión tanto en ataque –con poco acierto de los extremos– como en defensa. Eso son debes que los pupilos de Lidio deben solventar de cara al choque de este sábado contra el Achiles Bocholt, pero más todavía para la competición doméstica.

Con todo, los aficionados al balonmano y la ciudad en general velan armas para uno de los días más importantes en la historia del deporte conquense. El Sargal será una auténtica fiesta y más si se consigue la ansiada clasificación. Cuenca está volcada, ahora solo falta rematar la faena.