El Palacio Real abrió ayer sus puertas a De Caravaggio a Bernini, una singular exposición de 72 pinturas y esculturas de maestros del Seicento italiano -siglo XVII-, todas ellas de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional. Prácticamente la mitad de las obras se exponen al público por primera vez, entre las que hay descubrimientos y nuevas atribuciones a artistas.
La muestra, que estará abierta al público hasta el 16 de octubre, inaugurada ayer por los Reyes Juan Carlos y Sofía, gira en torno a Salomé con la cabeza de Bautista de Caravaggio, un lienzo del Palacio Real, que, según Patrimonio, es posiblemente el mejor del artista transalpino conservado en España. Prácticamente todas las piezas, incluida ésta, han sido restauradas por 46 profesionales contratados para esta muestra patrocinada por la Fundación Banco Santander.
Junto al óleo del genio del claroscuro se exhiben otras de grandes pintores españoles como Velázquez y Ribera; e italianos, flamencos y franceses, entre los que destacan Guido Reni, Giovan Francesco Romanelli, Simone Cantarini, Charles Le Brun o Francesco Albani. Además, los dos escultores más importantes del siglo XVII, como Gian Lorenzo Bernini y Alessandro Algardi están presentes en las salas Génova.
También cabe distinguir La túnica de José de Velázquez, que es la primera vez que se traslada del Real Monasterio de El Escorial y que junto con La fragua de Vulcano, fue pintada posiblemente por el artista sevillano a su vuelta en 1631 de su primer viaje a Italia, donde pudo comprender la obra de Caravaggio.
En el espacio, cobra protagonismo Cristo Crucificado de Bernini, la única escultura del maestro encargada desde el extranjero, en concreto, por Felipe IV para El Escorial, y la única que salió de Italia en vida del artista. Para esta exposición se le ha desposeído de la cruz con el objetivo de que se valore solo la figura humana.
El comisario de la muestra, Gonzalo Redín, subrayó que la capacidad de reunir tantas obras de tanta calidad artística procedentes de un único fondo es algo que solo se puede permitir Patrimonio Nacional. Además, indicó que al componente estético de la muestra se une el científico, pues se han recuperado obras que hasta ahora no se habían estudiado bien.
En este sentido, el director de las Colecciones Reales, José Luis Díez, subrayó el «extraordinario» trabajo de investigación y catalogación realizado, gracias al cual se pueden ver en estas salas del Palacio Real «más de una docena de obras que estaban escondidas o en un segundo plano».
Rodín, que ha estudiado las obras de todos los lugares monárquicos para la selección de las 72 que conforman esta muestra, articuló en cuatro grandes bloques la visita: De Bolonia a Roma, Lujo Real; De Roma a Nápoles y el Esplendor del Barroco.
Patrimonio Nacional ha llegado a un acuerdo con el Museo Thyssen para que su exposición Caravaggio. Arte del Norte y la del Palacio Real tengan una entrada conjunta, de manera que costará 16 euros, seis menos que si los visitantes las compran por separado. «Son complementarias: una mira al norte otra al sur», indicó su consejera gerente, Alicia Pastor.