Nuevos miembros en la familia Racal

Manuel Pérez
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La Real Academia Conquense acuerda los ingresos de Albareda y Troitiño

Nuevos miembros en la familia Racal - Foto: Reyes Martínez

La familia de la Real Academia Conquense de Artes y Letras (Racal) sigue creciendo según los acuerdos adoptados en su última asamblea general, en la que se eligió como nuevo académico numerario al pintor y profesor de dibujo sanclementino, José María Albareda, y como académico correspondiente, al geógrafo y urbanista Miguel Ángel Troitiño. 

Albareda, cuya candidatura fue presentada por los numerarios Hilario Priego, Pedro Miguel Ibáñez y Miguel Ángel Moset, ocupará tras su ingreso en la corporación el sillón correspondiente a la letra X, que en su día tuviera asignado el fallecido periodista y crítico literario Florencio Martínez Ruiz.

José María Albareda.José María Albareda. - Foto: Racal A la hora de acordar su ingreso, los miembros de la Academia valoraron su trayectoria profesional -actualmente es profesor en el IES Fernando Zóbel- y el hecho de que sea «un pintor de Cuenca que aborda en su trabajo una amalgama de paisajes de la tierra».

En el caso de Miguel Ángel Troitiño, su candidatura fue avalada por Joaquín Saúl García Marchante, José Ángel García y José Luis Muñoz Ramírez. En su caso, los académicos valoraron su extraordinaria trayectoria profesional como urbanista, su contribución a la elaboración del dossier por el que Cuenca obtuvo la declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad y por sus estudios sobre el casco antiguo.

José Ángel García, presidente de la Racal, señaló a La Tribuna que de haber residido en Cuenca, Troitiño hubiera sido nombrado académico numerario. Finalmente, fue designado como correspondiente para realizar las tareas que se les encomiende en su ciudad de residencia, Madrid. 

Miguel Ángel Troitiño.Miguel Ángel Troitiño. - Foto: Racal La Racal no ha fijado fechas para los nuevos nombramientos. No obstante, García aclaró en este sentido que los miembros numerarios tienen entre tres y seis meses para realizar su discurso, y que en el caso de los correspondientes no hay plazo alguno.

Por otro lado, destacó que el perfil de los nuevos académicos corresponde al de personas jóvenes, en el afán de la nueva dirección de la Academia de Artes y Letras Conquenses de «ir preparando el relevo generacional».

Próximas ingresos. La Real Academia Conquense de Artes y Letras prepara para el próximo martes el ingreso del narrador y poeta Francisco Mora, en un acto que tendrá lugar en el Centro Cultural Aguirre a partir de las siete y media de la tarde.

Mora ocupará el sillón T, y su discurso de investidura será contestado por José Luis Muñoz.

Por otro lado, la institución académica espera celebrar en febrero el ingreso de Adelina Sarrión Mora, correspondiendo al historiador  Miguel Jiménez Monteserín contestar su discurso.

Con estos nombramientos e ingresos, la Real Academia Conquense de Artes y Letras está más cerca de completar los sillones de las 26 letras del alfabeto.

José María Albareda. Nacido en 1960 en San Clemente, José María Albareda Ortiz es licenciado en Bellas Artes por la facultad valenciana de San Carlos y catedrático de Dibujo de Educación Secundaria.

A esa condición docente, que en la actualidad desarrolla en el Instituto Fernando Zóbel de Cuenca capital, y que se ha visto complementada con sus tareas como tutor en cursos de formación de profesores de Secundaria y en el Practicum del máster universitario para ese colectivo, se suma una asentada trayectoria como artista plástico con un amplio catálogo de exposiciones tanto colectivas como individuales,  desde la que fuera su primera muestra, en 1982, en la Casa de Cultura de su localidad natal, a la última, la llevada a cabo en 2013 en el Centro Cultural Aguirre de Cuenca.

Todas ellas constituyen buenos ejemplos de un hacer reconocido por los numerosos premios y selecciones de obras conseguidos en distintos certámenes. Los más recientes son los premios Casimiro Baragaño o BBVA, celebrados el año pasado.

Asimismo, José María Albareda Ortiz es coautor, junto a Ángel Izarra, del volumen Cuenca, rumor de la piedra, en el que las pinturas de ambos artistas se ofertan acompañadas por textos de distintos escritores coetáneos.

En palabras de Hilario Priego, Albareda escoge como motivos de su pintura temas cotidianos como principio de un proceso en el que la imagen pictórica, al materializarse, sea vehículo del mayor número posible de soluciones plásticas siempre a la busca de la unidad entre lo sutil y lo corpóreo, lo premeditado y lo furtivo, con el color como elemento evocador y sugeridor de sensaciones y emociones.

Miguel Ángel Troitiño. Miguel Ángel Troitiño Vinuesa, natural de la localidad abulense de El Arenal, donde nació en 1947, es licenciado en Geografía e Historia y doctor en Geografía por la madrileña Universidad Complutense. En dicha universidad es  catedrático de Geografía Humana desde 1991. Ha dedicado siempre, dentro de su reconocida labor investigadora –especialmente centrada en cuestiones relacionadas con el urbanismo y su vinculación con el ser humano y en la problemática de las Ciudades Patrimonio y el turismo cultural– una gran atención a los temas conquenses, a los que ya se acercó en su misma tesis doctoral, Cuenca: evolución y crisis de una vieja ciudad castellana,  y a los que luego dedicaría numerosos trabajos tanto en publicaciones individuales como en volúmenes colectivos como Cuenca edificada, La capitalidad regional y la alternativa de Cuenca, Arquitecturas de Cuenca. El paisaje urbano del casco antiguo, La ciudad de la luz y del aire o La situación turística del grupo español de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, entre muchos otros. Miguel Ángel Troitiño Vinuesa ha participado en proyectos como el estudio de rehabilitación, en los años setenta del pasado siglo, del barrio capitalino de San Martín; o en el Plan de Urbanismo poco después redactado para la ciudad y, muy especialmente, en su excepcional aportación como redactor del informe que le acabaría valiendo su declaración como Patrimonio de la Humanidad. A ello cabe añadir su condición de codirector durante varios años del prestigioso seminario sobre Desarrollo Local y Medio Ambiente de la sede en Cuenca de la UIMP y la obtención del Premio de Investigación Ciudad de Cuenca en 1980.