Tomás Melián sueña con triunfar en el primer equipo de la Balompédica

Héctor Madrigal
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El central, de tan solo 18 años, es uno de los bastiones del juvenil de División de Honor

Inteligente, talentoso y con «una admirable sangre fría a la hora de sacar el balón jugado». Es el perfil que, a juicio del técnico del Conquense juvenil, José Manuel Poyatos, reúne el central Tomás Melián, uno de los bastiones del conjunto blanquinegro de División de Honor.
 
La perla balompédica, nacida en Fresia (Chile), se sintió atraída muy pronto por el fútbol. «Comencé a jugar de pequeño en Valverde de Júcar, donde me apunté a un equipo de fútbol sala gracias a la pasión que me transmitió mi padre y mi hermano», recuerda el defensa, con nacionalidad española y chilena.
 
Su paso por la Escuela Municipal de Fútbol de Cuenca, donde ya apuntaba alto, le ayudó a pulir su talento. «Siempre me gustó jugar en esa posición porque estoy muy cómodo», afirma el canterano, que llegó al Conquense en su segundo año de infantil: «Me acuerdo mucho de ese momento. Hicimos un buen grupo y coincidí ya con jugadores como Ramón y Miguel».
 
Cada vez más maduro y seguro en el campo, Melián tuvo la oportunidad de dar el salto a Liga Nacional Juvenil en su segundo año de cadete. «Esa temporada jugó 28 partidos y se adaptó a la perfección. Desde entonces, nos ha ayudado mucho pese a ser diestro y jugar de central zurdo en el equipo. Tiene una gran proyección», analiza Poyatos. 
 
Responsabilidad. La presión o la responsabilidad no arrugan a Tomás cuando salta al césped: «Hay que estar preparado para dar la cara. Trato de aportar seguridad y de ser contundente en los cruces».
 
En su última campaña como juvenil, el zaguero tiene claro su deseo: «Queremos dar mucha guerra en el campeonato. Creo que lograremos la permanencia sin pasar muchos problemas porque este grupo desborda ilusión y le pone mucha intensidad en cada partido».
 
«La calidad y la unión» son, a su juicio, dos de los grandes valores del conjunto juvenil. «La categoría es dura, pero confiamos mucho en nuestras posibilidades», subraya.
 
Humildad. Con los pies en el suelo, Melián deja claro que «la humildad es fundamental para triunfar y cumplir los objetivos que uno se propone». Su gran sueño es triunfar en la primera plantilla de la Balompédica, con la que realiza la pretemporada desde hace dos años. «Aún tengo que mejorar en muchísimas cosas y coger más experiencia, pero la verdad es que me sentí a gusto con el grupo. Ojalá algún día pueda echar una mano al club», apostilla.
 
Tomás elogia la «gran actitud» de los canteranos y apuesta por «trabajar duro» para cumplir sus metas: «La cantera es el futuro del Conquense. Es un orgullo que Manu cuente con nosotros y pueda darnos la confianza necesaria para crecer». El trabajo diario, como recalca el central, acaba dando sus frutos.