Café, esperanza y ayuda

Pedro Ig. Tauroni
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Un grupo de voluntarios de varias nacionalidades recorre los cajeros los viernes por la noche para llevar una bebida caliente, algo de comida y ropa de abrigo a aquellos que llevan todas sus pertenencias encima

Algunos de los voluntarios que recorren la ciudad para llevar un poco de ayuda - Foto: Néstor Robayna

Todos los viernes, un grupo de voluntarios recorren las calles de Cuenca para llevar un poco de comida caliente, algo de comida y ropa de abrigo a las personas que se encuentran en la calle. Empezaron el año pasado debido a las temperaturas tan bajas que se registraron y este 2014 ya han salido en cuatro ocasiones. Algunos están en paro, pero no dudan en poner de su bolsillo dinero para comprar alimentos o ropa con el que ayudar a su prójimo. Los viernes, mientras otros se preparan para salir de marcha o ir a cenar con su pareja, estas personas prefieren terminar la semana con una sonrisa y una esperanza.

Pertenecen a la ONG Jabes, que se fundó en Cuenca durante el verano de 2011. Son Rafael, Tatiana, Riselly, Raquel o Alberto Gutiérrez, que, además de educador y mediador social, es el gerente de esta asociación. Se escuchan varios acentos y varios colores de piel. Hay españoles, ecuatorianos, chilenos, colombianos y estadounidenses.Eso sí, cuando se les pregunta porqué lo hacen, todos contestan los mismo, porque quieren ayudar

La mayoría de los voluntarios pertenecen a la Iglesia Evangélica ‘Manantial de Vida’, aunque Gutiérrez advierte que «no  es algo excluyente». En algunos casos, cuando acaban de dar una bebida caliente  y han charlado un rato con el indigente, los voluntarios se ponen en coro y realizan una oración en la que piden que Dios les proteja y les ayude a salir adelante.

A las 22 horas. A las 22 horas de los viernes se reúnen en la puerta del antiguo cine Xúcar, desde donde parten para recorrer las calles de la ciudad y buscar personas que pernocten en la calle o que duerman en cajeros automáticos Las salidas son siempre los viernes y lo que ofrecen son café o cacao caliente, un sándwich o, incluso ropa de abrigo.

La idea es dar comida y ropa, aunque con algunos se quedan charlando un rato. De todas maneras, los voluntarios destacan que «no queremos atosigarles». Cuando encuentran a alguien, suele entrar dos o tres de los voluntarios, que son los que ofrecen una bebida caliente, comida o la ropa de abrigo que tengan. El recorrido que suelen hacer abarca el centro de la ciudad, aunque suelen llegar hasta el parque de Santa Ana.

Gutiérrez comenta que es el segundo año que llevan a cabo esta actividad, porque «algunas personas del grupo tenían esta inquietud». Añade que como cada viernes hay más voluntarios, el coordinador ha puesto sobre la mesa la posibilidad de dividir el grupo en dos y que algunos salgan a primera hora de la mañana para ofrecer un desayuno a este tipo personas.

La comida que dan estos voluntarios sale de su bolsillo, aunque han recibido unos donativos de una entidad bancaria y de una residencia de ancianos en la que también colaboran. De las administraciones públicas no tienen ayudas, aunque Gutiérrez señala que quieren presentar el proyecto a la Diputación para intentar conseguir una subvención.

Observa el gerente de Jabes que no sólo se limitan a llevar comida o abrigo, sino que también informan de las posibilidades que existen en Cuenca para dormir sobre cubierto. Señala que tiene conocimientos de que existe un albergue gestionado por Cáritas para aquellos que viven en la calle, «pero sólo facilita tres noches». «Después la persona tiene que salir fuera y hasta equis tiempo no puede volver a regresar».

El número de personas a los que ayudan difiere de un viernes a otro. Gutiérrez comenta que «cada noche es diferente», aunque la media es entre cuatro y cinco personas. Todo depende un poco del tiempo que haga, ya que «cuando hace mejor tiempo, estas personas tardan más en meterse en los cajeros automáticos».

Hombres de mediana edad. El gerente de Jabes reconoce que aquellos a los que ayudan «son desconfiados en un primer momento, aunque hasta el momento no nos hemos encontrado ninguna negativa». Sólo se refirió a un hombre «que tiene una deficiencia psíquica que nunca ha querido comida».

La persona a la que ayudan suele ser en su mayoría hombres y de una edad media que va de los 35 a los 45 años. Se han encontrado sobre todo  españoles, aunque Gutiérrez recuerda un caso en el que se encontraron a un marroquí.

La actividad de estos voluntarios no se apaga cuando han terminado de hacer su ronda. Raquel comenta que aspiran a poder abrir un comedor social «para atender no sólo a personas que están en la calle, sino a muchas familias que lo pasan mal».

Jabes nace en el verano de 2011, «fruto de una inquietud social». El primer proyecto y con el que todavía continúan es el de atención a personas dependientes. Se coordinan con el equipo de trabajo social del hospital y con los centros de Salud, de tal manera que cuando saben de alguien que necesita que la acompañen al médico, les llaman y uno de sus voluntarios les ayuda. También llevan a cabo la actividad ‘date un respiro’, que consiste en relevar por un tiempo a alguien que cuide a un enfermo 24 horas al día.

Jabes no sólo limita su acción a Cuenca. Tiene también contactos con otras ONG que trabajan en Burkina Fasso, Perú o Bolivia. Una de las acciones que han realizado se llamó ‘Niño de la Navidad’ y se hizo la Navidad pasada. Eran cajas de zapatos en donde metieron juguetes nuevos, material de higiene y escolar y las mandaron a Madrid a otra organización con la que colaboran, de donde las reenviaron a los campos de refugiados saharauis y a Guinea Ecuatorial, los antiguos territorios españoles en África. Se mandaron 110 cajas. Fue un proyecto que estaba a cargo de la organización humanitaria internacional Samaritan’s Purse con la colaboración de la ONG ‘Decisión en España’. Desde 1990 se han enviado cajas de zapatos con regalos a más de 80 millones de niñas y niños en todo el mundo. Algunos centros que participaron fueron  el San Fernando, Isaac Albéniz y Ciudad Encantada, el equipo de Trabajo Social del Hospital Virgen de la Luz o el alumnado de la Facultad de Trabajo Social.

La forma de contactar con estos voluntarios es a través del correo asociacionjabes@gmail.com o mediante su página de la red social facebook.