Miedo a los papeles

D. Guijarro
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Los inmigrantes «tienen reticencia» ante los trámites que exige la Administración aunque sólo sea para confirmar la residencia • De 150 sólo 5 casos han respondido

La población extranjera en Cuenca supone cerca del diez por ciento del total, algo más de 5.000 personas que han llegado de otros países para fijar su residencia en la capital. Así se desprende de los datos del Padrón Municipal de 2014 facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Para poder estar lo más actualizados posibles el INE realiza continuas actualizaciones para comprobar que estos ciudadanos siguen residiendo en la ciudad, un trámite al que muchos de ellos parecen tener auténtico miedo.

Para realizar estas comprobaciones en INE solicita la colaboración de los ayuntamientos a los que periódicamente envía unos listados de las personas que deben confirmar su domicilio. En el caso de Cuenca las estimaciones realizadas por el Consistorio señalan que podría haber uno 1.200 extranjeros que cumplen alguna de las concidiones que marca el Consejo de Empadronamiento.

Desde que comenzó la colaboración municipal con este programa en 2013 se han remitido 150 notificaciones certificadas solicitando a sus titulares que acudan a las oficinas del padrón. En los casos en los que no es posible entregar la carta, el requerimiento se publica en el Boletín Oficial de la Provincia y se agotan todas las vías para intentar localizarlos. A pesar de todos estos esfuerzos, «solo cinco personas de las requeridas han acudido a confirmar su residencia», según explicó a La Tribuna la concejala de Régimen Interior, Pilar Herráiz.

«Sabemos que hay muchas personas que han vuelto a sus países de origen pero también tenemos conocimiento de casos que no vienen por desconfiar», dice la edil, aunque apunta que también se han pasado personas que se han enterado de este proceso por otra vías y se han acercado a preguntar aunque no tuvieran obligación de confirmar la residencia. Sin embargo, aquellos extranjeros que cumplan los requisitos exigidos por el INEpueden adelantar el trámite sin necesidad de esperar a recibir la notificación oficial.

«La reticencia entre la comunidad de extranjeros existe», asegura la concejala. Matiza que son dos supuestos distintos cuando es la persona la que necesita un papel a cuando éste es exigido por la Administración, «cuando es de motu proprio la gente se mueve pero en el caso contrario no».

Consecuencias negativas. Esta falta de colaboración con la que se está encontrando el Consistorio puede deberse, entre otros factores, al temor entre estos ciudadanos a que se utilice este trámite para ser expulsados. Algo que está totalmente alejado de la realidad según aclara la edil.

«Es al contrario, si no renuevan la residencia pasado el plazo marcado hay que darles de baja y lo que queremos evitar a toda costa es poder causarles molestias», dice la responsable señalando que  es muy fácil completar este trámite. Pasar por las oficinas de la Plaza de España y mostrar la documentación puede evitar problemas serios para ellos pues si se les da de baja «pierden todos los derechos que tienen en el municipio».

Debido a la carga de trabajo extra que suponen estos encargos, y para poder llegar al máximo de personas, el Ayuntamiento solicitó la colaboración de la Asociación Hispano-Rumana, «que tuvo a bien colaborar con nosotros puesto que son el colectivo más numerosos de los requeridos por el INE», destaca Herraiz al tiempo que agradece la buena disposición con la que han contado desde el primer momento. Una colaboración que está abierta a otras asociaciones con el fin de llegar al máximo de personas que se encuentren en esta situación.

Los supuestos. Existen tres supuestos en los que los extranjeros deben confirmar que siguen viviendo en Cuenca. En primer lugar, los ciudadanos de la Unión Europea que no hayan tenido movivientos en los últimos 5 años, si disponen de NIE, o 2 años en caso contrario donde se incluirían los ciudadanos rumanos. El segundo supuesto sería para los ‘no comunitarios’ con permiso de residencia permanente sin moviviento en los últimos cinco años, por ejemplo los marroquíes. El último supuesto son ‘no comunitarios’ pero con tarjeta de residencia, ejemplo, un ecuatoriano que está casado con una española.

Recuerdan desde el Ayuntamiento que es importante no confundir este trámite con la renovación de la inscripción en el padrón que han de hacer cada dos años los extranjeros no comunitarios.