El hombre que cambió un país

M.R.Y (SPC)
-

El triunfo de Obama en las presidenciales de 2008 supuso un hito en una nación que inició un nuevo camino, tras las legislaturas de Bush, basado en la unidad, la paz y la apertura al exterior

Cuando Martin Luther King pronunció su famoso discurso en Washington, Barack Hussein Obama acababa de cumplir dos años. Aquel 28 de agosto de 1963, el pastor apeló con su I have a dream a la igualdad entre blancos y negros y a un futuro en el que personas de ambas razas pudieran coexistir sin distinciones. Cuarenta y cinco años más tarde, ese niño cumplió el «sueño» de Luther King y fue más allá: ganó las elecciones de Estados Unidos y se convirtió en el primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca.

El 4 de noviembre de 2008, un casi desconocido senador demócrata por Illinois conquistó, no solo a su país, sino también a buena parte del planeta. Obama, que ya había ganado una dura batalla en las primarias de su partido a la entonces favorita, la exprimera dama Hillary Clinton, se impuso en las presidenciales con un contundente 65 por ciento al republicano John McCain. 

No fue fácil el camino. Este abogado nacido en Hawái comenzó su carrera política en la década de los 90 y vivió éxitos y fracasos a partes iguales, y en 2004 se convirtió en el quinto afroamericano en la Historia de EEUU en hacerse con un escaño en el Congreso -el tercero del Partido Demócrata-. A partir de ahí, su carrera fue en ascenso, hasta que en 2007 decidió dar un paso más: optar a la candidatura de su partido para las presidenciales del año siguiente. Y nada menos que ante Clinton, que partía con todas las papeletas para ganar unas primarias, que, con una campaña tremendamente ajustada, se decantó del lado de Obama.