La DGT regresa a la línea dura

SPC
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Interior presenta una nueva campaña para prevenir accidentes con el objetivo de «sacudir» a la sociedad ante el aumento de la siniestralidad en la carretera durante los últimos cuatro años

Tras los continuos aumentos de víctimas mortales durante los últimos cuatro años en carretera, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido regresar a la línea dura en sus campañas de concienciación para «sacudir» a la sociedad, como señaló ayer el ministro del Interior,  Fernando Grande-Marlaska, durante la presentación de la nueva promoción titulada Vivo o Muerto, en la que pregunta al espectador quién quiere ser, si «quien vive o quien muere» tras un accidente mortal. 

Como en anteriores campañas, la DGT muestra el después de un siniestro en carretera en la vida de las víctimas y sus familias, pero lo novedoso de esta es que también presenta las consecuencias en la vida de quien lo ha causado. 

Según advirtió el ministro, esta nueva y «arriesgada» campaña, que puede «herir sensibilidades» y «recibir críticas», sirve de preámbulo de los cambios normativos que se irán produciendo en los próximos meses para intentar reducir la siniestralidad vial -o lo que él calificó como «violencia vial»-. 

«Queremos sacudir a la sociedad, ponerle frente a una realidad terrible», aseveró el titular de Interior, que afirmó que para esta ocasión el Gobierno ha preferido «arriesgar en prevención» con esta campaña con la «esperanza» de que sirva a la sociedad para concienciar de que «por un mensaje de móvil o una última copa no merece jugarse la vida». 

Así, Interior apuesta con Vivo o Muerto por «cambiar el enfoque», situando al espectador ante una «disyuntiva» que le lleva a reflexionar sobre que, «independientemente de la opción en la que uno se posicione, verse implicado en un accidente de tráfico tiene consecuencias fatales». 

«A la sociedad, muchas veces, no nos gusta que nos pongan cara a cara con la responsabilidad, con lo frágiles que somos o podemos llegar a ser, no nos gusta, queremos seguir viviendo nuestro presente, nos sentimos invencibles en nuestra vida, no queremos responsabilizarnos de lo que pueda suceder, esas cosas no queremos afrontarlas, y pensamos que podemos obviar la realidad», explicó así el ministro al ser preguntado sobre por qué cree que no va a gustar la campaña a todo el mundo.