Las excavaciones en las termas de Valeria sacan a la luz mosaicos y una gran piscina

latribunadecuenca.es
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Los arqueólogos Santiago Domínguez y Míchel Muñoz descubren un 'tepidarium', estucos y teselas datados en el siglo I que permitirán reconstruir los baños de la ciudad romana

La campaña de excavaciones arqueológicas en las termas romanas de la ciudad de Valeria han sacado a la luz mosaicos, mármoles, estucos y teselas datados en el siglo I. El espacio de cerca de 50 metros excavados ha descubierto una gran piscina o tepidarium, unos baños de agua templada, de las que se desconoce aún si eran de uso público o privado. El hallazgo permitirá a los arqueólogos reconstruir las termas de la ciudad romana. 
Un equipo formado por cinco alumnos, procedentes de universidades como la Complutense de Madrid, Granada, Valencia o la UNED, dirigido por los arqueólogos de la empresa Ares Arqueología, Santiago David Domínguez y Míchel Muñoz, han participado en unas excavaciones que han contado con la autorización de la Junta de Comunidades.   
Aunque en la campaña de 2014 ya se había descubierto el hallazgo, lo cierto es que hasta este verano no se llegó a identificar las estructuras. La ubicación de las cuadrículas que se usan para determinar el área a excavar coincidieron con la piscina. «Es una suerte haber caído justamente en el sitio», dijo Domínguez, que explicó que en las próximas campañas se seguirá excavando en una zona de la pendiente que «está mucho mejor conservada, incluso que la piscina que tenemos. Hemos sacado un suelo en el que aparece decoración en mármol, pero queremos ampliar a otras zonas».  
Los restos hallados se encontraban a poca distancia de la superficie, a escasos 50 centímetros, y se descubrieron gracias a un camino que se estaba construyendo y que se encontraba en las inmediaciones del yacimiento romano. 
«Es algo muy importante para la ciudad de Valeria. Todo el mundo venía preguntando por las termas, pero claro, ahora deben estar musealizadas porque si no la gente no entenderá nada», dijo Domínguez, que añadió que «queremos que el público conozca lo que hay y lo que puede llegar a haber». En este sentido, apuntó que la piscina excavada  «podría ser de uso público por las dimensiones que tiene». Otro de los descubrimientos es el de una estancia, que posee frescos policromados en la pared y que aún habrá que destapar e investigar.
 
Teselas. El equipo de arqueólogos formado por Domínguez y Muñoz colaborará con Miguel Ángel Valero, el arqueólogo encargado del yacimiento romano de Noheda, para comparar las teselas de los mosaicos y los mármoles que se han encontrado en ambas excavaciones. Sin embargo, Domínguez descarta que los materiales sean coetáneos. «El principal problema de la piscina es datarla porque no tiene basuras dentro, caso de huesos, algo orgánico, o maderas que pudieran ser comprobadas con Carbono 14. Creemos que es coetáneo al foro imperial de Valeria», datado en el siglo I, aunque se desconoce cuando se colapsó. «No hay un incendio o cenizas que nos pudieran datar cuando fue el fin de la estructura y si duró 100, 200 o 300 años», explicó el arqueólogo. 
 
Protección. Ares continúa con la búsqueda de financiación para poder seguir trabajando con los restos hallados. Mientras tanto, se procurará una protección a la zona excavada para preservarla de las inclemencias meteorológicas. Para ello, el Ayuntamiento de Valeria colabora estrechamente con los arqueólogos en diseñar una estructura que permita que los hallazgos sean visibles y musealizables. Además, se colocarán unos paneles informativos y unas vallas de protección para proteger los restos y evitar que los visitantes puedan sufrir un percance. 
En este punto, el arqueólogo desveló que las próximas campañas se financiarán a través de los cursos de arqueología o de charlas. «Esa es la manera para poder seguir investigando», dijo.
Asimismo, Domínguez recordó el apoyo  y las aportaciones de la Junta de Comunidades con los proyectos que lleva a cabo Ares Arqueología, caso de la investigación de 'El Paleolítico Inferior y Medio en la provincia de Cuenca', que se lleva a cabo en la Alcarria conquense y que arroja luz sobre los orígenes del ser humano y los primeros asentamientos en la zona.