Rajoy defiende el crecimiento ante los que pintan una España negra

AGENCIAS
-

El líder de los 'populares' reivindica el buen resultado de las reformas llevadas a cabo por el Gobierno y augura que la evolución del país este año será la más positiva de toda Europa

 
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, esbozó ayer un escenario de crecimiento económico y recuperación en España para este año, con el fin de combatir a los que «pintan una España negra» intentando sustituir al actual Ejecutivo, afirmó. 
Así lo manifestó en la clausura de la jornada del PP Más trabajo y menos impuestos, celebrada en Barcelona ante más de 500 personas, en la que advirtió contra quienes quieren relevar a los que están gobernando, aunque asevero que «no lo van a conseguir». 
«Hay unos tristes que andan por ahí hablando de lo mal que van las cosas. Oiga, creo que si miramos para atrás podemos sentirnos legítimamente orgullosos de lo que hemos hecho», continuó, aunque sin mencionar a Podemos en ningún momento. 
De esta forma, el mismo día en que miles de personas se manifestaron en Madrid en la Marcha del cambio impulsada por el partido de Pablo Iglesias, Rajoy pidió huir «de la radicalidad tan desgraciadamente de moda» en España, aunque deseó que por poco tiempo. 
Frente a los «tristes», el líder de los populares reivindicó las reformas llevadas a cabo por su Ejecutivo, y auguró que éste será un año muy bueno para el país, manteniendo que será el que más crezca de Europa -por encima del 2%-, habiendo creado más de un millón de empleos entre 2014 y 2015.
Para llegar a estas expectativas de crecimiento, reivindicó las reformas realizadas y que evitaron el rescate de España: «En dos años hemos pasado de la Unidad de Cuidados Intensivos a salir por nuestro propio pie del hospital». 
«De todo esto hemos sacado una gran lección. Si los españoles nos ponemos, somos imparables, así que pongámonos manos a la obra por Cataluña y por España», zanjó el presidente. 
Asimismo, reconoció que queda mucho trabajo por hacer -aunque «se ha extinguido el incendio, hay aún rescoldos por apagar»-, apuntando que sería de agradecer que los que solo ven malas noticias reconociesen alguna vez que la situación mejora, porque esto también ayuda a salir de la crisis.
En este sentido, Rajoy acusó al líder de la Generalitat, Artur Mas, de perjudicar a la recuperación económica de España con la convocatoria de elecciones anticipadas para el 27 de septiembre, una decisión que achacó al «interés de su partido» y no al de los catalanes. 
De este modo, argumentó que convocar unos comicios con nueve meses de anticipación genera «una etapa de provisionalidad que no conduce a nada bueno para la Comunidad», una reflexión que también aplicó al adelanto electoral de la presidenta Susana Díaz en Andalucía. 
 
MÁS CONFIANZA. Mientras, la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, esgrimió la agenda reformista del Gobierno ante la de «división» que, según ella, aporta el president a la región, llamando a recuperar la confianza de los votantes frente a los riesgos de los «populismos independentistas y bolivarianos». 
Para ello, contrapuso la actividad del Ejecutivo central a la «parálisis» del Govern, y afirmó que los catalanes tienen en el Gabinete de Rajoy el único Gobierno que trabaja para ellos, asegurando que la «ideología de la ira solo encierra menos libertad y democracia».