Agencias / Madrid
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, señaló ayer que España debe aumentar la productividad para mejorar los sueldos. En concreto, afirmó que la clave para el futuro del país debe ser «productividad, productividad y productividad», ya que ésta es «la mejor vía para mejorar los salarios reales».
Durante la entrega del premio que nueva Economía Fórum 2014 otorgó a la OCDE por haber propiciado la apertura del país al exterior y la modernización de sus políticas económicas y sociales, Gurría elogió las reformas llevadas a cabo por Mariano Rajoy y calificó de «impresionante» el equilibrio alcanzado de la balanza por cuenta corriente.
El responsable de la OCDE se refirió también al «alto coste» en términos de aumento del paro que han tenido las reformas, pero valoró que se esté creando empleo con un nivel de crecimiento económico menor que en el pasado».
Resulta «impresionante», afirmó, que se crearan más de 400.000 empleos el año pasado y que se recupere el equilibrio en la balanza por cuenta corriente, después de haber tenido un 10% de déficit. «Yo pensé que se iba a tardar 10 años en esto», remarcó Gurría. Esto se ha producido «con un coste social alto, que es el desempleo», reconoció, pero ahora se está creando trabajo, explicó, «con la diferencia de que antes, para conseguir el primer empleo adicional en el país había que crecer al 3 %, y hoy para lograrlo se está mejorando entre el 1 y el 1,5%».
Gurría opinó que «España ya ha hecho su ajuste. Ahora no es cuestión de seguir reduciendo salarios nominales o reales; se trata de poner todo en la mesa para que haya aumento de la productividad y eso permita mejores sueldos», insistió.
El alto directivo hizo una comparación entre la economía española y la germana y comentó que la diferencia de Alemania respecto a otros países como Francia, Italia o España es que el Ejecutivo de Berlín hizo políticas para aumentar «sistemáticamente» más rápido la productividad que los salarios.
Asimismo, enumeró los tres elementos que, a su juicio, van a decidir el escenario económico general en el corto y mediano plazo: los precios del petróleo, los tipos de interés y el hecho de que el euro haya perdido valor relativo, y se mostró convencido respecto a los precios del crudo de que «no volveremos a ver cifras de tres dígitos por mucho tiempo», lo cual «es positivo para la economía global», aunque «perjudique» a los países exportadores que no hicieron a tiempo sus reformas.
SIMPLIFICAR LA NORMATIVA. Por otro lado, el secretario general de la OCDE pidió al Gobierno popular subir los impuestos verdes y simplificar la normativa por la «gran cantidad de exigencias». En este contexto, afirmó que la organización qué el preside trabaja con Madrid para facilitar la transición «del ladrillo a la neurona», ya que los ingresos por tasas ambientales han caído en España «inintirrumpidamente» a uno de los niveles más bajos de Europa, lo que representó un 1,6% del Producto Interior Bruto en 2012 frente al 2,4% de la media de la OCDE, mientras que la tributación del trabajo se ha incrementado. A modo de ejemplo, propuso que los gravámenes del diésel se equiparen a los de la gasolina para contribuir al medio ambiente.
Esta sugerencia del líder de la institución internacional no tardó en obtener la respuesta del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien se había reunido con la patronal catalana. «No se subirán ni se crearán nuevos impuestos verdes», ya que «no es el momento de implantar nuevas tasas porque lo que debemos favorecer es el crecimiento» subrayó el ministro.