La número dos en la lista de Unión Progreso y Democracia (UPyD) a las elecciones europeas del 25 de mayo, Maite Pagazaurtundúa, considera que los tres ejes que han de centrar la campaña para los comicios europeos son la construcción europea, la lucha contra los paraísos fiscales y la educación.

En una rueda de prensa en Albacete, donde se reunía con militantes y simpatizantes y participaba en los actos del Día del Libro, Pagazaurtundúa defendía que «la tremenda crisis económica ha afectado a toda Europa y que ha generado dos efectos».

En este sentido, señalaba que, por una parte, ha provocado «el desafecto, la frustación y la rabia» de una parte muy importante de los ciudadanos, porque los instrumentos europeos no han sido suficientes; y por otra, «ha habido una tendencia a que cada estado-nación proteja a los suyos sin pensar que unidos y con instrumentos comunes somos todos más fuertes».

Por ello, defendía que la solidaridad y la cohesión social tienen que funcionar tanto en la sociedad como entre los distintos miembros de la UE y así, UPyD va a intentar «desde la política» que la construcción europea «avance de verdad» y «dar más gobierno a la Comisión y más capacidad al Parlamento Europeo».

La número dos en las listas europeas por esta formación insistía en que «nos interesa construir Europa para poder ser mucho más fuertes juntos» y, para ello, «hay que quitarse el miedo».

Para Pagazaurtundúa, son muchos los temas que se van a abordar a lo largo de la campaña por las distintas formaciones pero aclaraba que, para ella, hay tres principales, entre los que se encuentra que UpyD «apuesta por la mayor dosis de europeísmo».  «Esta apuesta es perfectamente compatible» con una visión de España en la que «no cabe tener miedo frente a aquellos que dicen que quieren desgajar la nación», indicaba.

El segundo eje programático importante bajo su punto de vista es «la lucha contra los paraísos fiscales» que «engancha con el fraude fiscal, con las mayores posibilidades del blanqueo de capitales, de la huida de capitales y de la posibilidad y de la tentación de la corrupción».

Asimismo, exponía que «un tercer eje sería la educación», porque «falta muchísimo por desarrollar en lo que se refiere a un currículum europeo» y no se puede funcionar en educación «como si fuera el siglo XIX».