Podemos se enreda con sus cuentas

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La financiación del partido de Iglesias vuelve a estar en duda por las supuestas ayudas de 3,5 millones que pudo recibir de Venezuela

Los nombres de Roberto Viciano y Rubén Martínez no son tan conocidos para la opinión pública como los de los recientemente célebres Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. Al igual que los líderes de Podemos, ellos también son profesores universitarios, aunque Valencia. No es el único punto en común: como los ahora políticos, no esconden su fascinación por el régimen bolivariano impuesto por Hugo Chávez en Venezuela. De hecho, los docentes mediterráneos fueron los primeros españoles en colaborar con la revolución del fallecido líder político cuando ésta daba sus primeros pasos.

Tras aquellos trabajos, crearon la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales para ofrecer «cooperación y ayuda en los países en vías de desarrollo, especialmente en Hispanoamérica» y que llegó a cobrar, al menos, 3,5 millones de euros por concepto de pagos de asesorías y un premio entre los años 2004 y 2012. Una institución a la que aparecen ligados Iglesias, Monedero e Íñigo Errejón, pues los tres forman parte de la misma y realizaron trabajos, remunerados por supuesto, en su nombre en Venezuela.

La oposición chavista va más allá y cree que los líderes de Podemos, cuando el partido tan solo era un embrión de laboratorio gestado en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, le costaron casi 10 millones de euros al Gobierno venezolano entre las subvenciones, las dietas, los sueldos y los gastos en hospedaje.

Desde la nueva formación política niegan cualquier relación con los pagos de Venezuela, al tiempo que defienden la transparencia de sus cuentas.  «Nuestros números son claros. Somos un ejemplo de transparencia y nos gustaría que el resto de partidos fuesen igual de exquisitos. El por qué hay esta acusación ahora se lo tendrán que preguntar a quienes la realizan, pero nosotros no tenemos nada que ver. No hemos recibido financiación de un país externo. Todo el dinero que ha entrado y salido de Podemos está en las cuentas y cualquiera lo puede ver», remarcó ayer la secretaria de Rescate Ciudadano y eurodiputada de Podemos, Tania González.

No parece estar muy de acuerdo con la afirmación el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, que exigió «transparencia» al partido de Iglesias respecto del dinero que ha recibido del extranjero.

De hecho, el jefe de la diplomacia española no se refirió tan solo a Venezuela, sino que recordó  un artículo publicado recientemente por el semanario británico The Economist en el que se apunta a una posible financiación por parte de Rusia de formaciones populistas de izquierda y derecha en Europa, entre ellas el Frente Nacional francés, Syriza en Grecia y Podemos en España. Y, además, añadió que existen otros «rumores no confirmados» sobre financiación iraní a una serie de movimientos populistas que están surgiendo en Europa como consecuencia de la crisis.

Nuevas medidas. Ajeno a estas polémicas, el líder de la formación, Pablo Iglesias, presentó ayer la reestructuración del sistema de cuidados, que, según el partido, es una de las reformas «claves» y «estratégicas» que es imprescindible llevar a cabo no solo para luchar contra la desigualdad de género, sino para poder salir de la crisis. Una reforma que pasa, a juicio del eurodiputado, por aplicar una serie de políticas públicas, como por ejemplo, la necesidad de otorgar una prestación «periódica» de carácter universal a cada niño que nazca, independientemente del nivel de renta y del tipo de familia. Apuestan, además, por fijar una jornada laboral máxima de 35 horas y por eliminar los incentivos a los contratos parciales.