Moscú nombra una comisión para investigar el asesinato de Nemtsov

Agencias
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El grupo está formado por 12 expertos encabezados por el general Igor Krasnov, especialista en esclarecer crímenes nacionalistas, pero los críticos creen que la muerte quedará sin aclarar

Tras el asesinato a sangre fría del opositor ruso Boris Nemtsov el pasado viernes, las autoridades de Moscú nombraron ayer una comisión especial de 12 expertos encabezada por el general Igor Krasnov, especialista en esclarecer crímenes de trasfondo nacionalista.

Pese a la medida, los críticos temen que esta muerte nunca se aclare, como ha sucedido con la de otros opositores del Kremlin. Se especula también que Krasnov dirigirá las investigaciones, apuntando a un crimen cometido por nacionalistas por motivos de odio contra la oposición prooccidental. Otras teorías que los investigadores no descartan están dirigidas hacia una relación con la crisis ucraniana o con extremistas de grupos islamistas.

Las autoridades de Moscú rechazaron de lleno las informaciones que detallaban que las numerosas cámaras de videovigilancia se habrían apagado en el momento del crimen y aseguraron que todas funcionaban. En la actualidad, las imágenes están siendo estudiadas por la comisión correspondiente y han ofrecido una recompensa de tres millones de rublos (unos 45.000 euros) a quien aporte pistas que lleven a la detención del autor del crimen.

Nemtsov, un destacado opositor del presidente ruso Vladimir Putin, fue asesinado desde un coche con cuatro disparos en la espalda en un puente cerca del Kremlin. El agresor huyó y aún no ha sido identificado, si bien el máximo mandatario ruso aseguró que hará todo lo posible para esclarecer este «cínico asesinato».

La acompañante de Nemtsov en el momento del crimen, Anna Durizkaya, una joven de 23 años que salió ilesa del ataque, determinó que no vio al agresor alegando que disparó por la espalda. La mujer descartó un crimen por celos y explicó que conocía a la víctima desde hacía tres años.

El político será enterrado hoy en el cementerio de Troyekurovo, tras ser velado por amigos y compañeros de partido en el Centro Sajarov. Además, miles de personas lo despidieron con una marcha en Moscú el pasado domingo, que discurrió muy cerca del lugar del atentado.

Reacciones. Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, advirtió ayer contra la utilización del asesinato del político de Nemtsov con fines políticos, algo que consideró «despreciable», sentenció en declaraciones ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

«Se trata de un crimen abominable que se investigará totalmente en el marco de la ley para garantizar que los autores son llevados ante los tribunales», sentenció. Asimismo, adelantó que Putin está monitoreando personalmente las investigaciones y, sin nombrar a ningún Estado, advirtió en contra de «abusar de los nobles principios de los derechos humanos para lograr objetivos políticos y económicos».

Mientras tanto en Moscú, el político liberal Vladimir Ryshkov pedía una protección efectiva de todos los ciudadanos. «El problema no son los organismos de seguridad débiles sino que éstos no protegen los derechos constitucionales y la seguridad de los ciudadanos», especificaba.

La Policía y los servicios secretos deben mostrar, con un rápido esclarecimiento del crimen, que van en serio con la protección de todos los ciudadanos», apostilló.