Un regreso a los 90

SPC
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Los seguidores de la saga 'jurásica' encuentran en esta propuesta un juego que cumple, pero sin excesos

La cultura de los 90 echó raíces en muchos jóvenes y, sin duda, uno de los pilares cinematográficos de esa década es Jurassic Park, que llega ahora en forma de videojuego para PlayStation 4, Xbox One y PC.

El juego pone al usuario en el rol de un Dios omnipotente a cargo de la gestión de una serie de zoológicos prehistóricos a través de seis islas. A medida que los competidores van cambiando de isla, se les pondrá a prueba luchando contra tormentas que degradan las instalaciones o tendrán que remontar una situación de bancarrota. Aun así, la progresión siempre es la misma: un comienzo lento en el que se destina mucho tiempo esperando a embolsarse dinero, una parte intermedia más tensa y una última en la que hay más diversión porque se puede construir con mayor libertad.

Este ritmo y las misiones son lo que marca el progreso. Estas se reparten entre la división de ciencia, entretenimiento y seguridad para tener objetivos que cumplir, pero al generarse y racionarse aleatoriamente, surge que, si la división de ciencia se posiciona en pro del avance tecnológico y la creación de los dinosaurios, puede pedir que se enfrenten dos especímenes hasta la muerte. Durante todo el juego se hace un esfuerzo por dar una base a estos departamentos, esfuerzo que se desvanece cuando aparece una misión contraria a sus principios.