Cristina Sánchez ha ofrecido un ejemplo de torería en su vuelta a los ruedos tras 17 años de ausencia. Con los tendidos del coso conquenes casi llenos, la torero madrileña ha vivido una tarde muy especial en la que además de cumplir el sueño de que sus hijos - a los que brindó el primer toro- la vieran torear también ha demostrado su enorme corazón al donar sus honorarios a la investigación del cáncer infantil.

La reaparición de Cristina Sánchez levantó una gran expectación entre la afición que desde el primer momento se ha volcado con ella. Las dos orejas que cortó al primer de la tarde le sirvieron para abrir la Puerta Grande del coso del Paseo de Chicuelo II, del que salió a hombros junto a 'El Juli'. Enrique Ponce sólo cortó una oreja.

La crónica completa de la corrida en la edición impresa de este domingo de LA TRIBUNA DE CUENCA