El acusado por el incendio de Poyatos dice que no pudo originar el fuego y entregar leña a la misma hora

latribunadecuenca.es
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L.R.T, el acusado por el incendio que el 21 de julio de 2009 arrasó más de 1.700 hectáreas en la Serranía de Cuenca, aseguro ayer que él no pudo ser quien originó el fuego porque no le pudo dar tiempo a cortar y entregar un lote de leña a las 17.30 horas. "No soy Dios", ha señalado.

En su declaración ante el jurado popular --integrado por seis mujeres y tres hombres-- que le juzga por un presunto delito de incendio forestal con peligro para la vida de las personas y a preguntas del Ministerio Fiscal, L.R.T. ha reconocido que conoce la Serranía de Cuenca desde hace más de 30 años y que se llevaba y se lleva mal con la familia propietaria de la finca 'El Valle', de la que ha afirmado que lo ha acusado de "ladrón, sinvergüenza y corrupto", algo que ha negado ser.

Una familia propietaria que ha afirmado que debía pagarle 72 millones de pesetas por un contrato de compraventa de 11.500 metros cúbicos de pinos y solo entregó 50 millones, ha apuntado, para agregar que desconoce la hora y el lugar concreto del inicio del siniestro.

En este punto, L.R.P., que solo ha contestado a preguntas del Ministerio Fiscal y de su defensa, ha admitido haber cruzado amenazas contra varios miembros de dicha familia, a los que, en alguna ocasión, ha dicho que no tenían "vergüenza" y ha advertido que les tenía que "pasar a cuchillo" y que, mientras esté vivo, seguiría "reivindicando" lo que es suyo.

A este respecto, ha subrayado que trabajó en la finca 'El Valle' durante casi tres años y que no ha tenido "nada más que problemas", para insistir en que no es un "delincuente medioambiental", sino que es un maderero que se dedica a "sacar madera honradamente".

"Mañana va a comenzar la fiesta"

Tras admitir que el día 20 de julio de 2009, anterior al que se produjeron los hechos, se encontró con A.H.S., guarda de la finca 'El Valle', ha negado que le dijera "mañana va a comenzar la fiesta", en alusión a que pretendía prenderle fuego a la citada finca.

El acusado ha recordado que pasó la mañana del día 21 de julio en un bar de Tragacete, en el mercado y, tras comer con un conocido, pasadas las 15.30 horas, enganchó un remolque a su Land Rover y, según su versión, se dirigió a cortar leña, que debía entregar sobre las 17.30 horas en Tragacete.

Esta operación, ha sostenido, se habría prolongado por espacio de hora y media, ya que tuvo que dirigirse a "tres sitios" dado que no estaba "cortada ni amontonada", por lo que, ha señalado, "si estoy cortando la leña, no estoy en otro lado".

En relación a la declaración de dos testigos que dijeron haberle visto ese mediodía en las inmediaciones de la Fuente de la Calzadilla, punto intermedio entre el inicio del fuego y la localidad de Tragacete, L.R.P. ha aseverado que no es cierto y que "ellos sabrán".

Asimismo, ha afirmado desconocer si el campamento de Acción Católica, ubicado a menos de un kilómetro del foco del incendio, estaba ocupado ese día y que no vio "humo ni incendio" ese día, jornada en la que "estaba ardiendo media España".

Después de recordar que hay árboles que continúan "sin cortar y están pagados", L.R.P. ha indicado que con el siniestro "se han forrado algunos" y que el único beneficio que él ha obtenido han sido "100 días de vacaciones pagadas" en la cárcel.

Por el contrario, ha espetado, "hay gente mucho más interesada" en que se produjera el incendio y, a su juicio, "la familia no es tan santa y tiene más enemigos". Así, ha denunciado que una miembro de la familia le llamase en varias ocasiones para decirle que "había cobrado el seguro por el incendio".

Punto concreto

A continuación ha testificado el agente del Seprona de la Guardia Civil responsable del operativo puesto en marcha tras el incendio, quien ha manifestado que la investigación posterior confirma que el fuego se inició "en un punto concreto, justo pasando el río Escabas, en el camino que va a la finca, a unos 25 metros de las cadenas que impiden el acceso".

Según ha detallado, el fuego fue "intencionado" porque no se encontró el medio de ignición, "que pudo ser un mechero" y porque este tipo de incendios "suelen iniciarse junto a vías de comunicación", para facilitar la posterior huida.

Esta tarde continúa su declaración, a la que seguirán la de otros cinco testigos por parte del Instituto Armado y otros sesenta más, que declararán hasta el jueves. El viernes está previsto que se practique la prueba pericial, con la declaración de 10 peritos.

En cuanto a la petición de penas para el acusado, su defensa pide la libre absolución, mientras el Ministerio Fiscal mantiene su petición de 18 años de cárcel y 4,2 millones de euros en concepto de responsabilidad civil derivada de unos hechos "extremadamente graves" al considerar probado que el acusado tuvo los "motivos, el móvil y la oportunidad" para provocar el fuego.

La acusación particular ejercida por la familia propietaria de la finca pide 16 años y una multa de 24 meses a razón de 12 euros diarios, el Ayuntamiento de Cuenca solicita para él 15 años de prisión más 20 meses a razón de una cuota diaria de 12 euros y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se ha adherido a la petición de la Fiscalía.