La Bienal Internacional de Teatro de Actor (BITA) terminó el pasado domingo dejando un sabor agridulce en la organización, que se muestra satisfecha por la calidad de los grupos que se han podido ver durante el festival, pero lamenta -a pesar de que la taquilla ha duplicado el número de entradas vendidas con respecto a la última edición- el poco respaldo del público en las salas.

Ángel Suárez, presidente de la Asociación Amigos del Teatro de Cuenca, informó de que, a falta del recuento definitivo, se calcula que este año se han vendido unas 5.000 localidades, lo que supone el doble que en 2012, cuando se vendieron tan sólo 2.500. 

Desde la dirección se valora el incremento de público, pero se insiste en que está por debajo de la meta que se habían marcado. Y es que, hay que recordar que aspiraban a darle un mayor empuje al festival cambiando su celebración de primavera a otoño -época más propicia para los espectáculos de sala-, programando espectáculos de una gran calidad -el presupuesto alcanzó los 33.000 euros-, e incluyendo nuevas secciones como la de microteatro, además de recuperar la de teatro en la escuela.

«Las representaciones en el Auditorio comenzaron floja de público y, aunque esperábamos que fuera subiendo, no ha ido como esperábamos», declaró Suárez.

Respecto al microteatro, una de las novedades de BITA, afirmó que en general ha funcionado muy bien. No obstante, la menor afluencia de espectadores los días de diario podría llevar a la organización a reducir esta sección de cara a ediciones posteriores. 

Por su parte, las secciones con mayor respaldo del público han sido las de Teatro en la Escuela y Teatro en la Calle.

Ángel Suárez concluyó afirmando que la BienalInternacional de Teatro de Actor «se consolida como un festival de referencia que sirve de punto de encuentro para el sector», y con una programación que ofrece «una gran variedad de teatro en espacios muy diferentes y con un abanico horario muy amplio».