El dato del IPC, que salió el 14 de agosto, le ha amargado la fiesta de la Asunción de la Virgen al PP. El portavoz de los populares en las Cortes, Francisco Cañizares, lo calificó como «dato terrible» para Castilla-La Mancha. Se refirió a la subida interanual de los precios, que alcanza el 2,6%, cuando a nivel nacional se ha quedado en el 2,2%.

Cañizares avisó de que este incremento de precios se va a ‘comer’ la previsión de subida salarial para los empleados públicos y también las acordadas en los convenios entre patronal y sindicatos. Lamentó que los trabajadores castellano-manchegos «van a perder poder adquisitivo respecto al nivel de precios». Y añadió que también lo van a perder respecto al resto de regiones.

El portavoz de los populares dijo que para Castilla-La Mancha las consecuencias de la inflación son más graves que para otras autonomías. Señaló que eso es así porque la economía regional ha crecido, pero un 20% menos que la media nacional. También cree que este aumento del IPCes muy dañino para una comunidad autónoma que es la segunda más endeudada. «Somos el farolillo rojo del país», concluyó.

Por estos motivos, Cañizares no entiende que el PSOE insista en relajar los objetivos de déficit. No comprende que desde la Junta, en vez de ir «a pedir más financiación al Gobierno de España, le pedimos endeudarnos más». Cree que la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera debería ir a encaminada a conseguir más ingresos y no a permitir a las comunidades que gasten más. Explicó que si un hogar tiene deudas contraídas, lo que querrá es financiación y no que le hipotequen más. «No necesitamos más deuda», corroboró.

Cañizares teme que a nivel nacional Sánchez siga el ejemplo de Page y esté negociando con Podemos el techo de gasto, los presupuestos y una posible subida de impuestos. Avisó al presidente de Moncloa que la política del Gobierno regional no es buen ejemplo, pues lamentó que hay mucho «despilfarro» y mucha «colocación de cargos».