Tras la aprobación la pasada semana de la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género, comienza a correr el plazo para la implantación de la llamada ‘Asignatura para la Igualdad’, que actualmente está cursándose de forma piloto en una treintena de centros escolares de la región, pero que deberá estar en todas las aulas de aquí a dos años. En este sentido, desde la asociación de Escuelas Católicas de Castilla-La Mancha se pide ya a la Junta negociar la manera de implantar esta nueva materia en las aulas. Y es que, como advierten, hay margen para hablar. «Todos estamos a favor de educar en la igualdad y en la no violencia», pero esto no es igual que educar «en una ideología de género». «Los padres tienen derecho a educar con libertada», añaden.
No es la primera que desde el ámbito de la educación católica se muestra su oposición a la, en su opinión, «ideología de género» de esta asignatura. Llegándola a comparar con la ya desaparecida «Educación para la Ciudadanía» y acusándola de «fomentar un pensamiento único» y de «adoctrinar».
En cuanto a la intención del Gobierno central de modificar el artículo 109.2 de la Ley Orgánica por la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), para suprimir el criterio de ‘demanda social’, Escuelas Católicas también muestra su oposición. Como denuncian, esta supresión «no sería buena», ya que podría acabar con la «variedad» en la oferta de centros educativos y, por tanto, con el derecho de los padres a elegir libremente dónde quieren que estudien sus hijos.