El presidente de la Generalitat, Quim Torra, presentó ayer el Plan de Govern para la XII Legislatura con dos puntos destacados: aspira a un mandato completo de cuatro años, y a activar un Foro Social, Cívico y Constituyente que sirva para «empezar a sentar las bases para una futura Constitución» catalana.
Al mostrar esta iniciativa tras la reunión del Consell Executiu, precisó que este Foro Social, Cívico y Constituyente dependerá de la Consellería de Presidencia, que lidera Elsa Artadi, y buscará la implicación de toda la ciudadanía catalana, con mecanismos que no ha detallado.
Ese colectivo ideado por el gerundense y su equipo será el responsable de impulsar un «proceso constituyente» en la región, que duraría los cuatro años de mandato y serviría para poner las bases de la Ley fundamental, así como de la arquitectura institucional de un eventual Estado independiente.
También concretó que este foro debe «trazar las líneas de lo que el país se propone en su marcha imparable hacia la república catalana», al tiempo que garantizó que será amplio, plural y muy diverso, asegurando que estará en marcha antes del 15 de octubre.
Además, anunció que el grupo tendrá delegaciones en todas las vegueries -jurisdicción administrativa medieval en Occitania y Cataluña-, exponiendo que ya tiene los «nombres» para liderarlo -más allá de la propia consellera Artadi-, aunque pidió tiempo para hacerlos públicos y poder así pulir los detalles que faltan.
Tras una anterior legislatura marcada por que Puigdemont se dio 18 meses para agotarla, Torra rehusó ponerse plazos: «Después del año pasado, no nos fijamos límites ni calendarios, pero nos ponemos toda la determinación» para seguir avanzando en el proyecto soberanista.
Así, sostuvo, por un lado, que quiere implementar una república catalana pero, por el otro, no definió los plazos en los que desea concretarla y sí que quiere agotar su mandato: «No me planteo en absoluto ir a elecciones».
El gerundense sí expuso que mantiene como objetivo «restituir» a su antecesor como presidente de la Generalitat: en el caso de que esto fuera legalmente posible -ahora mismo no lo es-, el Parlament lo podría impulsar sin necesidad de llamar a las urnas a los catalanes, por lo que sería compatible agotar los cuatro años de mandato.
En sus dos horas de comparecencia, Torra tuvo tiempo de amenazar a Pedro Sánchez con no apoyarle en los Presupuestos si el jefe del Ejecutivo central no se mueve en la línea de aceptar que los catalanes decidan su futuro político en una votación, así como que ponga en libertad a los políticos presos.