¡Deseos cumplidos!

Manuel Pérez
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Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron ayer las calles del centro de Cuenca en la tradicional Cabalgata de Reyes antes de proceder al reparto de juguetes y hacer realidad los sueños de los más pequeños

Melchor saluda a una niña antes de dar comienzo la Cabalgata de Reyes. - Foto: Reyes Martínez

 
Las miradas encendidas de miles de niños iluminaron ayer la Cabalgata de Reyes, la primera gran manifestación cultural del año cuya verdadera magia radica en la capacidad de tres orientales para prender la ilusión en el corazón de los más pequeños. 
Melchor, Gaspar y Baltasar se dejaron ver un año más por el centro de Cuenca antes de comenzar una intensa noche de reparto de regalos. Sus Majestades protagonizaron así un desfile que partió con veinte minutos de retraso sobre el horario previsto desde el parque municipal de bomberos. La causa, según fuentes municipales, los problemas con el transporte de las ocas llamadas a ser la gran novedad del desfile y que, finalmente, se incorporaron a mitad de recorrido. 
Precedida por la Banda de Música de Cuenca, que animó el desfile con su repertorio navideño, la comitiva tomó la avenida Castilla-La Mancha en su ascenso al centro de la ciudad. Tras ellos, el pasacalles de la Asociación Cultural Palanka Teatro, conformado por las damas de la luz –que el pasado cuatro de diciembre se encargaron del encendido navideño–, junto a un par de zancudos y un grupo de gnomos.   
La primera de las carrozas fue un año más la del portal de belén, con miembros de Acción Católica. A continuación desfilaron las de las asociaciones de vecinos con niños vestidos de ángeles, pastores, y pajes reales, entre otras temáticas. 
La Asociación de Vecinos de La Paz compartió carroza con la de Fuente del Oro, la de Tiradores Bajos con la de la pedanía de Nohales y la asociación vecinal de Casablanca con los vecinos de Cólliga. Por su parte, los habitantes de Villanueva de los Escuderos lo hicieron con los del barrio de Villa Luz, y los de Pozo de las Nieves con los del Casco Antiguo.  
Entre las asociaciones de vecinos, también, la del barrio de San Antón, que participó con una gran bicicleta y sus vecinos vestidos de arlequines. 
El desfile se completó con los pasacalles de los Gigantes y Cabezudos, portados como es tradición por miembros de las familias González, Saavedra y García; el grupo Tituraina, compuesto por Hipólito Ruiz, José Lerma, José Ángel Lerma, José Mencías y Herminio Carrillo; y las mencionadas ocas, del grupo de recreación histórica La Fragua de Vulcano, que hicieron las delicias de los más pequeños cada vez que marchaban a la carrera a la llamada de su cuidador.   
 
Carrozas reales. Tras el colorido cortejo desfilaron las carrozas de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, escoltados por jinetes a caballo vestidos a las usanza mora y romana, pertenecientes al Club Hípico Fierro e Hípica Zurbarán.
Melchor, en una flamante carroza de leds azules estuvo acompañado por los niños de La Melgosa y Villa Román; mientras que Gaspar, en su carroza amarilla, lo estuvo por los de Tiradores Altos y Buenavista. Finalmente, la carroza del rey Baltasar, también de color amarilla, estuvo ocupada por los niños de Las Quinientas y San Fernando.
Miles de personas arroparon con su presencia el recorrido de los Reyes Magos por Cuenca. Una cabalgata en la que se lanzaron más de 1.450 kilos de caramelos sin gluten y que terminó con la recepción por parte de los Reyes Magos a los niños de Cuenca en el portal de belén instalado en la plaza de España. 
Allí los más rezagados tuvieron oportunidad de realizar sus peticiones y tomarse unas fotos para el recuerdo con Sus Majestades.
La Cabalgata de Reyes puso ayer el broche final a una de las navidades más cálidas de cuantas se recuerdan en Cuenca. El colofón perfecto a unas fiestas que endulzaron en última instancia el tradicional roscón de Reyes y que nos dejan para el disfrute durante todo el año de esos regalo con los que en la mañana de hoy nos han sorprendido los Magos. ¡Buen viaje y hasta el año que viene!