La experiencia  y sabiduría de Antonio Cazalilla (Córdoba, 1967), viejo conocido de la afición blanquinegra, es la gran apuesta de la Balompédica para suplir el vacío que deja Jordi Fabregat y sellar una permanencia que se antoja muy complicada. 

 

Seis años después de su marcha, el técnico andaluz regresa a su antigua casa en plena crisis de resultados. «Si pensara que esto es un marrón no estaría aquí», aseveró el nuevo preparador del Conquense, al que dirigió durante tres temporadas y afianzó en la división de bronce del fútbol español después de conseguir el ascenso en la campaña 2006-07.

 

Repleto de motivación y con una sonrisa en la boca, Cazalilla asume un desafío mayúsculo junto a Marcos de la Cruz ‘Curry’, quien volverá a ser su mano derecha y se encargará de la preparación física del bloque. Por su parte, Álvaro Martínez seguirá como preparador de porteros, mientras que Jorge Heredia continuará vinculado a la entidad, aunque no a la primera plantilla.

 

La vuelta de Cristian, a quien la entidad ya le ha ofrecido el cargo de ayudante, pondría la guinda al proyecto. «Queremos contar con él porque ama y siente esta camiseta y es un emblema. Estamos esperando su respuesta, pero lo vemos bastante receptivo. He trabajo con él y sé que podría hacer una gran labor psicológica. Sería el nexo de unión entre el cuerpo técnico y el vestuario», desveló.

 

Lazos afectivos. El amor por los colores resultó determinante para que Cazalilla aceptara la oferta de la entidad que preside Jesús Fernández. «Me fui de aquí en el momento oportuno después de tres años porque pienso que la gente también se acaba cansando de lo mismos. En este tiempo, la Balompédica siempre estuvo en lo más profundo de mi corazón. Por eso, no podía decirle que no. Vamos a trabajar para seguir en Segunda B», enfatizó. 

 

Aparcar la espiral de malos resultados y cargarse de confianza son algunos de los cometidos del míster, humilde y optimista por naturaleza: «Hay que mejorar en muchos aspectos y será complicado, pero veo a la plantilla con posibilidades de salir de ahí. Si al final lo conseguimos será mérito de todos los jugadores».

 

Paso a paso, Cazalilla espera conectar con el vestuario desde el primer día e ir todos de la mano. «Lo primero que les diré mañana -por hoy- es que estén agradecidos. Dar el 100 por 100 es la mejor forma de agradecer el trabajo de Fabregat, al que le tengo un gran respeto», subrayó.

 

A pesar de no conocer a muchos de los futbolistas, el entrenador de Córdoba tiene claro cómo actuar para iniciar la remontada y acabar con los puntos débiles que lastran al grupo: «Lo importante es ver cómo son los jugadores y ver si realmente están implicados, como realmente creo. Desde fuera he percibido que el conjunto juega bien al fútbol, pero está desequilibrado por las derrotas. Tenemos que ganar más solidez».

 

En esta línea, Cazalilla incidió en la necesidad de defender mejor y «ser un equipo más equilibrado, intenso y competitivo», ya que «cada día es prácticamente una final para nosotros».

 

Debut. La «carrera de cuatro meses» de los blanquinegros arranca el domingo (12 horas) ante el filial del Atlético de Madrid en el Cerro del Espino. Una prueba de fuego ante un rival directo. «La verdad es que todos los adversarios son de nuestra Liga porque siempre nos jugamos tres puntos. Hay que ir a por la victoria», avanzó.

 

A cuatro puntos de la promoción por eludir el descenso, Cazalilla no firmaría jugarse la vida en este cruce a cara o cruz: «Ahora mismo no me planteo esa posibilidad porque cuento con futbolistas de nivel que están receptivos. Prefiero no pensar en conseguir una determinada cantidad de puntos. Tal y como está la Liga, los empates saben a poco, pero apenas hay margen y sumar en clave».

 

Pituli. Cazalilla confía en que el plante de Pituli se solucione lo antes posible, aunque el interior se niega a entrenar y el club no ha recibido ninguna oferta formal pese a rebajar su cláusula a 25.000 euros. «Es un tema que me acabo de encontrar y que afecta al club. Esperamos que haya un acuerdo pronto y que se produzca una salida digna por el bien del equipo», argumentó el cordobés, el pilar sobre el que debe pivotar la remontada. 

 

La dirección deportiva sigue de cerca el mercado

A tres días del cierre del mercado de fichajes, la secretaría técnica de la Balompédica sigue buscando nuevos refuerzos con el fin de apuntalar la plantilla. Tras mantener una reunión con Cazalilla, el director deportivo Jorge Campos adelantó que el club baraja dar alguna baja sénior, ya que ahora mismo la entidad sólo puede incorporar a jugadores sub 23 al tener todas sus fichas completas.

 

«Todo irá en función de cómo se desarrollen los acontecimientos y ver si Pituli sale finalmente del equipo», afirmó Campos, que lamentó la actitud del extremo de Villacañas: «Su comportamiento es inapropiado porque tiene contrato hasta el 30 de junio y sólo se iría si algún equipo paga esos 25.000 euros. De momento, ningún conjunto se ha puesto en contacto con nosotros y no hay ninguna novedad».

 

La opción más factible es la llegada de un interior izquierdo sub 23, como reconoció el secretario técnico: «Hay chavales que nos interesan, pero juegan en equipos punteros de Tercera División y sus clubes no les facilitan la salida, por lo que resulta complicado».

 

Cuestionado sobre la necesidad de incorporar nuevos futbolistas, Cazalilla fue tajante: «Me gustaría fortalecer la defensa, aunque también nos vendría bien contar con un delantero de un perfil distinto. No obstante, lo primordial es que esos fichajes mejoren lo que tenemos».

 

Asimismo, el míster andaluz destacó el «hambre» de la Balompédica como una de las virtudes para salir de la crisis. «Queremos llegar a esa meta, que es la salvación, y seguir compitiendo en cada jornada. Hay motivos para ser optimistas y creer. No pienso en ser mejor dentro o fuera de casa, sino en sumar y progresar», concluyó Cazalilla, dispuesto a cambiar de inmediato la cara del conjunto blanquinegro.