Los abusos sexuales a menores son una realidad poco visible, pero muy frecuente, y es que entre un 10 y un 20 por ciento de la población ha sufrido abusos sexuales en la infancia.

En España, la mitad de las demandas por este delito tienen un niño como víctima. El 85 por ciento de los casos no se denuncian y la gran mayoría de los que se ponen en conocimiento de la justicia, el 70 por ciento, no llegan a juicio oral.

El sentimiento de culpa, la vergüenza o la lealtad hacia el agresor, que en la mayoría de los casos es alguien cercano al menor, impide que se pida ayuda para terminar con la situación.

Existen numerosas guías de organizaciones, como la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil en España (Fapmi), dirigidas a menores, padres, educadores y profesionales sobre cómo detectar los abusos sexuales, a quién recurrir para pedir ayuda y dónde denunciar.