Estíbaliz Martyn, vinculada a  Tarancón, donde pasó su infancia, y a Belinchón, donde está su casa familiar, triunfa en los escenarios como actriz y cantante, actualmente en el musical Vlad. Su formación, en canto inicialmente en España, Alemania, Londres e Inglaterra, no cesa, y además la compagina con el máster de patología vocal y rehabilitación de la voz que está acabando en la Facultad de Medicina de Alcalá de Henares. Como soprano, entre otros galardones, ha sido premiada dos veces consecutivas en el Concurso Mundial de Canto de Medinaceli. 

Ha dado la bienvenida a 2019 en el teatro y con un papel protagonista, ¿cómo se siente?

Verdaderamente feliz, tengo que decir que estar encima del escenario es lo que más me gusta en la vida. 

¿Cómo valora la oportunidad de ser protagonista en el musical Vlad?

Realmente siempre he hecho papeles principales, pero ser protagonista de esta obra en la que el personaje me está aportando tantas cosas, está siendo muy interesante para mi y estoy disfrutando mucho.  

¿Cómo es Mina, su personaje? ¿Se parece en algo a ella?

Esta obra tiene uno de los finales más espectaculares de la historia. El romanticismo está en todo momento presente en la obra, pero hay más sorpresas. Vlad está basado en la obra de Drácula (Bram Stoker) y el príncipe Vlad Tepes (Transilvania, Rumanía). Pero lejos de hacer una obra terrorífica y oscura, hemos planteado esta obra como Romeo y Julieta, elevado al mil por mil.  Aquí, Mina tiene un papel y peso importante, es un personaje dulce pero con una gran personalidad. Se sitúa en la época victoriana, en Londres. En este sentido, tanto vestuario, como luces, escenografía y música están óptimamente logrados y el resultado es muy hermoso. 

La gira comenzó en diciembre en Cádiz, pero ¿cuándo llegará a otras provincias? ¿Y a Madrid? 

En Madrid planteamos la posibilidad de representar Vlad en el Teatro Real de Madrid un fin de semana este 2019, por supuesto con la presencia entre el público de Plácido Domingo y los Reyes de España. Acabamos de estrenar en Cádiz, luego hemos ido a Ávila y Valladolid. También queremos hacer funciones en Colombia, Argentina, Santiago de Chile, México, Rumanía y Hungría, entre otros. Es una obra que merece la pena, a nadie dejará indiferente. 

¿Qué está suponiendo coincidir con Plácido Domingo? Pudo incluso cantar con él en un pase de prensa.

Sí, en mayo del año pasado hicimos una presentación de la obra ante los medios en Madrid y canté algunos de los temas principales junto a él. Plácido Domingo Jr. , además de productor y gran compositor, es un gran profesional y cantante con un timbre muy especial y musicalidad hermosa. Su padre es el rey de la ópera, siempre lo ha sido y lo será, es irrepetible, pero su hijo está claro que ha heredado parte de su talento y soy muy afortunada de poder compartir estos momentos.

Después de ser protagonista también en el musical Don Juan, ahora llega este nuevo proyecto. ¿Cada vez tiene más peso su faceta de actriz?

Sí, después de interpretar a Doña Inés de Ulloa en la Gran Vía madrileña me marché a Italia donde he podido hacer uno de los papeles más intensos interpretativamente hablando, Nedda (Pagliacci, R.Leoncavallo) con el maestro Riccardo Muti y Cristina Mazzavillani Muti en el Ravenna Festival 2017 y en Piacenza el pasado mes de octubre.

Tengo claro que la voz es importante en mi mundo, pero también la faceta actoral es imprescindible para expresar y sobre todo, comunicar. Al cantar dices un texto específico y esto hay que transmitirlo. Me formé desde pequeña en arte dramático en diferentes escuelas reconocidas y posteriormente me he perfeccionado con Cornelius Horgan, del Actors Studio de Nueva York. Es importante reconocerse a una misma como actriz que canta, y así me siento. Si cantas muy bien pero no comunicas y acabas una función tal y como la empezaste, nada de mi profesión tiene sentido. 

¿Con qué momento profesional de 2018 se queda? ¿Qué le pide a 2019?

Han sido muchas emociones, realmente muchos momentos especiales. Entre otros, el que más destaco ha sido el premio Juventudes Musicales de Madrid que por tercer año consecutivo he conseguido, entregado por la reina Sofía. Es algo que ni mucho menos esperaba de nuevo, pero lo volví a lograr y me hizo mucha ilusión y estoy muy feliz. Pido salud para poder llevar a cabo todos los proyectos que tengo cerrados, lo demás viene solo.

¿La volveremos a ver en televisión? ¿qué opina de que se siga apostando por Operación Triunfo o La Voz?

La televisión es un escaparate maravilloso para que te vean millones de personas in situ, es algo excepcional. No descarto la posibilidad de hacer televisión o cine en un futuro. Me gustaría mucho. Mi paso por diversos talent shows fueron siempre una experiencia que cumplí con 19 ó 20 añitos y que siempre recordaré con cariño. Pero la televisión es show y lucha por no perder audiencia. Así es, así que la medida del verdadero talento a veces, no siempre, no se ajusta a la realidad.

¿Sigue vinculada a la provincia? ¿Se siente valorada en la región?

Aunque viajo muchísimo, mis recuerdos y mis sentimientos están muy ligados a esta parte de España,  mi familia y mi casa están aquí. Honestamente, sí creo que se me valora en Castilla-La Mancha. Siempre se ha dicho que nadie es profeta en su tierra, pero yo acabo de recibir mi último premio en el primer Concurso Nacional de Canto Lírico de Albacete. También me siento feliz de poder estar en abril en la Semana de la Música Religiosa de Cuenca, estrenando dos obras diferentes de dos compositores internacionales, muy complicadas, pero absolutamente una genialidad.

¿Cómo está el panorama de actrices y cantantes a nivel nacional? ¿Hay crisis? ¿Hay sitio para todos?

Desgraciadamente, hay muchísimo talento escondido en España que no se sabe reconocer. En mi caso, sí, me voy haciendo hueco tanto en España como en el extranjero, soy afortunada, estoy feliz y agradecida.