El casco de Cuenca se convirtió ayer en un plató de cine para recrear la evacuación de la ciudad ante la amenaza de contaminación nuclear. Los participantes, equipados con mascarillas, paraguas y maletas, marcharon hacia la Plaza Mayor, donde han caído fulminados al suelo mientras unos operarios con mono anticontaminación exhibían unas grandes letras con el texto: ‘ATC No’.

La dramafestación suponía todo un reto para el equipo de La Fuga, organizadora de este acto, ante la dificultad de unir una contestación social, con decenas de personas, a una jornada de rodaje. La Fuga destaca  que La Evacuación de Cuenca ha sido «un rotundo éxito» porque «ha servido para que se visibilice claramente el problema que amenaza el futuro de Cuenca, el ATC, sobre el que impera una gran falta de información».

La Evacuación, según los organizadores, se ha producido en un momento «crucial» para el futuro del modelo energético español y europeo. Tras la llegada del nuevo Gobierno, las organizaciones ecologistas exigen un cambio de rumbo en las políticas relativas a la energía y el nuevo Ministerio para la Transición Ecológica, con la ministra Teresa Ribero a la cabeza, «está llamado a descartar de forma definitiva la instalación del ATC y apostar por un modelo energético basado en las renovables», aseguran.

Por otra parte, el secretario de organziación del PSOE, Sergio Gutiérrez quiso mostrar ayer el apoyo de los socialistas de Castilla-La Mancha a esta manifestación. Como dijo,  «su lucha es nuestra lucha y su causa es la nuestra».