Podemos e Izquierda Unida progresan adecuadamente para conseguir, esta vez sí, la deseada confluencia electoral de las fuerzas políticas a la izquierda del PSOE en Castilla-La Mancha. A falta de que los de Pablo Iglesias cierren su proceso interno de primarias, donde no se esperan grandes sorpresas, ambas formaciones están comenzando ya a hablar de cómo conformar una lista unitaria que equilibre las diferentes sensibilidades. Según confirman fuentes consultadas por La Tribuna, se estaría estudiando ya la posibilidad de que los de Garzón ocupen puestos de salida para las autonómicas por alguna provincia que no sea Toledo, que es la circunscripción por la que tradicionalmente se presentan todos los candidatos a la Presidencia de la Junta y que, en este caso, será encabezada por el líder de Podemos, José García Molina, salvo ‘catástrofe’ en las ya citadas primarias.
Guadalajara es la provincia que muchos señalan como mejor opción para ubicar a Juan Ramón Crespo, coordinador regional de IU y candidato ya designado por esta formación de cara a la negociación de la confluencia electoral con Podemos. No hay que olvidar aquí que Guadalajara es el punto de origen de uno de los dos diputados que a día de hoy tiene Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha (el otro es por Toledo). Y visto que la ley electoral regional ya no se va a reformar, también es uno de los puestos donde más opciones tiene Unidas Podemos de volver a sacar un escaño, dentro del reducido margen que da tener un Parlamento Autonómico de solo 33 diputados.
¿El problema? Que esta es también la circunscripción de David Llorente, actual portavoz ‘morado’ en las Cortes y el adversario ‘anticapitalista’ de García Molina en la campaña de primarias que se vive en estos días en Podemos Castilla-La Mancha.
No obstante, vista la trayectoria de las últimas primarias en la región, el ‘pablista’ García Molina es, de lejos, el candidato con más opciones. Es más, esta candidatura alcarreña de Crespo sería una buena manera de «zafarse» Llorente, muy crítico con la gestión de la actual dirección morada en la región, especialmente tras su entrada el pasado verano en el Gobierno de Castilla-La Mancha, según explican a este diario fuentes cercanas a la negociación.
Otra opción sería que Crespo encabezara la lista por Ciudad Real, provincia de las que es originario, aunque resida desde hace años en la de Toledo y haya hecho allí su carrera política. Según insisten desde su círculo, el líder de IU no tiene aún nada decidido. «Y conociéndole puede optar incluso por cerrar la lista por Toledo», advierten.
Albacete, otra provincia donde Unidas Podemos tendría opciones de sacar escaño en base a los resultado de comicios anteriores, estaría a priori descartada, ya que es la circunscripción por la que se presentará con toda probabilidad María Díaz, número tres de Podemos y mano derecha de García Molina.
Con todo, el debate con nombres y apellidos no comenzará hasta enero, una vez que todas las formaciones que integran esta confluencia hayan cerrado sus respectivos procesos de primarias. No hay que olvidar que Podemos no votará a su candidato a la Junta hasta el fin de semana del 22 de diciembre.
Lo que sí está ya decidido dentro de esta confluencia es el reparto de los pesos específicos de cada cual. Podemos ha puesto sus dos diputados regionales sobre la mesa de negociación y ya está decidido que serán ellos los que llevarán el peso de la política autonómica de Unidas Podemos. Su candidato a la Junta será, por tanto, el candidato final de todas. Mientras que IU hará valer su amplía estructura municipal en la región para que sus candidatos lideren las listas en la inmensa mayoría de pueblos y ciudades de Castilla-La Mancha.