La caza dibuja su futuro

Patricia Vera/Ciudad Real
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La consejera de Empleo y Economía, la concejala de Promoción Económica y el presidente de la Asociación de Hostelería coinciden en el éxito del congreso de turismo cinegético y se comprometen a una segunda edición

Ciudad Real dibujó este fin de semana los primeros trazos del que será su futuro, con la actividad cinegética como eje principal de la estrategia económica y turística de la localidad y la región. Una vez finalizado el I Congreso Nacional de Turismo Cinegético, los agentes implicados muestran su compromiso con trabajar para repetir el «éxito» de la primera edición, movidos por la ilusión de que se compatibilice, además, con una feria internacional de caza en la que los profesionales puedan hacer negocio.

La concejala de Promoción Económica del Ayuntamiento de Ciudad Real,Lola Merino, organizadora del evento destaca el cumplimiento de todos los objetivos planteados. «Creo que lo más importante es que es histórico: se podía haber hecho antes, pero es el primero de estas características que se celebra en España y lo hemos hecho nosotros», afirma.

La consejera de Empleo y Economía de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Carmen Casero, también da cuenta de su carácter «pionero»:«Ha sido un paso al frente, muy valiente, de la presidenta Cospedal». Para el presidente de los hosteleros de Ciudad Real, José Crespo, la sola idea de que se haya llegado a plantear y desarrollar ya es positiva. En su opinión, «esto denota inquietud y ganas de hacer cosas» y considera un acierto, además, que se haya vinculado tan decididamente a la gastronomía.

En cuanto a la cantidad de participantes, Lola Merino estima que han sido «en torno a 500», con «entre 120 y 150 personas por cada mesa redonda, una representación geográfica importante y participantes de todos los sectores». Carmen Casero ahonda en este aspecto, no solo en la cantidad sino en la «calidad», puesto que «ha despertado el interés en empresarios, agrupaciones, asociaciones, personas vinculadas al turismo rural y responsables municipales de muchos pueblos de Castilla-La Mancha». No obstante, para Crespo es necesario «darle más difusión» a las próximas ediciones: «Hay que informar más al cazador, a los orgánicos y a los agentes turísticos, llamar a más puertas y que no se quede en un congreso bonito al que, evidentemente, se le ha dado toda la cobertura gubernativa posible».

En cuanto a conclusiones concretas, Merino asegura que el producto no hay que inventarlo, sino que ya existe y que hay que «mejorarlo». «Hay que darle excelencia, no es que tengamos que acompañarlo de otras actividades, es que en realidad es así», afirma, y a renglón seguido pone como ejemplo la necesidad de «cambiar las cartas de los restaurantes para aprovechar más la caza en la gastronomía y acompañarla con vinos que también son de referencia».

José Crespo, que participó en la mesa redonda Modelos de éxito, valoró la puesta en marcha de un nuevo modelo de comercialización en Álava, «donde hace años parecía inexistente» y apuntó a que «viene bien saber de marketing, pero falta más cimentación: el turismo cinegético no es nuevo y lo único que pasa es que existen nuevos canales». Sobre esto, volvió a incidir en la necesidad de regulación de las fincas «muy preparadas, que absorben gran cantidad de visitantes pero no repercute en la región». También valoró lo expuesto en la primera mesa, Del campo a la mesa, aunque echó en falta un show cooking.

Por su parte, Carmen Casero reseñó la importancia de que la actualidad haya llevado al congreso temas que no estaban previstos inicialmente, como es el caso del anteproyecto de la Ley de Caza, y cómo el evento se convirtió en foro improvisado donde rescatar impresiones. Esto, en su opinión, plantea temas para futuras ediciones del congreso, donde «habrá que contar con otros subsectores y otros puntos de vista». Además, destaca la difusión que ha tenido en medios especializados, lo que ha servido para que Ciudad Real recuerde su posición en el marco cinegético.

Compromiso. Apenas hecho balance, es patente la confianza de todos los implicados en la celebración de una segunda edición. Merino asegura que el Ayuntamiento se reunirá con todos los agentes para empezar a diseñar el segundo congreso y la primera feria internacional. «Lo importante es arrancar, como hemos hecho, y habrá detalles que se puedan ir puliendo». Según apunta, la estructura seguramente se mantendrá, dotando de nuevo contenido a las mesas redondas, que obligatoriamente deberán abarcar otros aspectos de la actividad cinegética, y conservando y ampliando las actividades paralelas, que han servido para dinamizar la ciudad durante los días del congreso.

José Crespo espera el momento de recabar datos sobre los Días de Diana y Baco, los cuales se conocerán a finales de esta semana, pero su percepción es de éxito. «Quizá no haya que ir valorando cuantitativamente sino cualitativamente», avanza, «porque las cosas tienen que nacer». «Se ha plantado la semilla y esa semilla es buena».