De manera óptima. Así carbura la máquina del Ciudad Encantada tras despedir la pretemporada con una contundente victoria ante un voluntarioso BM Alarcos, de División de Honor Plata, que comenzó como un tiro y se quedó sin ideas ni fuerzas en el segundo tiempo. La gran actuación de Sergio López y la solidez defensiva dieron alas a los de Cuenca, centrados ya en la Liga.

 

Las imprecisiones y la falta de intensidad pasaron factura a los conquenses en el inicio del duelo. Una imagen bien distinta mostraron los ciudadrealeños, mucho más enchufados gracias a la solvencia de Nelson Espino y a la velocidad de Herrero al contraataque (0-3). Lejos de reaccionar, el Globalcaja incurrió en numerosas pérdidas de balón y erró su primer penalti. Más moral para los visitantes, que abrieron la brecha con un tanto de Vázquez (0-4).

 

Los hombres de Lidio Jiménez, sin los lesionados Vial y Miguelón, dieron un paso adelante en el minuto cinco y ajustaron su defensa. Frade y Rafa iniciaron el camino de la remontada, aunque Espino respondió al instante con su tercera diana (2-5). Un mero espejismo, ya que los locales leyeron mejor el juego y encontraron buenas posiciones en ataque, lo que les permitió equilibrar el marcador (5-5).

 

El conjunto de Javier Márquez sacó fuerzas de flaqueza para contener el talento de su oponente. Negrete y Vidal mantuvieron la esperanza de su grupo (7-8) hasta que irrumpió Mendoza, imparable en el pivote. El capitán del Ciudad Encantada marcó su territorio con cuatro zarpazos casi consecutivos (12-10).

 

El Alarcos reaccionó y mantuvo la igualdad (13-13) tras un alarde de casta. Sin embargo, la inspiración de Limonero, espléndido, catapultó a los de Cuenca al descanso (16-13).

 

Susto y sentencia. El guión de la primera parte se repitió tras la reanudación. Espino, desequilibrante, asumió la responsabilidad y redujo diferencias (16-15). Sin descanso, otro cañonazo de Yuste hizo soñar al cuadro manchego (17-16). Ahí apareció la calidad de Sergio López y el desparpajo de Limonero para frenar el ímpetu del rival (19-16).

 

La batalla, cargada de contactos, intensidad y exclusiones, se volvió más dura. Algo que no afectó a los locales, con el pie en el acelerador gracias a un sublime Sergio López (25-18). El Alarcos se quedó sin ideas en ataque y sufrió para batir a Carlos Casas, quien suplió a Samuel Ibáñez después de que el valenciano sufriera un golpe en el codo.

 

Sergio siguió a lo suyo y se ganó la ovación de los aficionados tras sentenciar el partido (27-19). A la fiesta se sumó Vladimir, ya recuperado de su lesión de rodilla. Hasta el joven Mateo Pérez lució su calidad en un amistoso que marcó el camino a seguir frente a Puerto Sagunto.