«El derecho a la vida lo tiene todo ser humano, no se consensúa»

D. Guijarro
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La retirada por parte del Gobierno del proyecto de Ley del Aborto ha ocasionado un gran malestar en las asociaciones provida que no escatiman en calificativos como «cobarde» o «tristísima» para la decisión de Rajoy

Alicia Latorre, presidenta de Adevida Cuenca - Foto: DGH

¿Qué le pareció la decisión del Gobierno de retirar el proyecto de Ley del Aborto?

Tristísima, cobarde e inexplicable. El punto más oscuro de la legislatura, un fraude moral y la pérdida de una ocasión histórica de deslegitimar la muerte de muchos inocentes.

¿A qué considera que obedece el giro de Mocloa?

 La opinión del señor Arriola, y otras personas que mal asesoran al Partido Popular, ha sido determinante. Pero también en primer lugar, que un asunto tan serio y urgente nunca ha sido una prioridad en la escala de valores de muchos miembros del Gobierno. Pero además, han cedido a las presiones de los que nunca los van a votar, de tópicos anticuados sin fundamento y de los que tienen intereses en el negocio del aborto. Han barajado cálculos electoralistas. Las vidas no se pueden cambiar por votos. Al final van a perder ambas cosas.

¿Esta decisión puede tener un coste para el Gobierno?

 El primer coste son las miles de vidas que el aborto ha arrancado de las entrañas de sus madres bajo una ley que no han derogado. Esto será una responsabilidad personal e histórica que queda ahí para siempre. A medida que el anteproyecto se retrasaba muchos de sus votantes iban perdiendo la confianza en el Gobierno y con la retirada creo que la credibilidad está completamente perdida. Hay un amplio sector de la población que quiere un país civilizado con unas leyes justas que defiendan los derechos fundamentales y que veían una esperanza en el cambio de Gobierno para acabar con el desastre integral en que nos sumió el anterior Gobierno. Creo también, que el coste está siendo dentro de su propio partido pues hay políticos que sí son valientes y coherentes que lo están pasando muy mal y se sienten engañados y traicionados.

¿Cree que es suficiente la reforma de ciertos puntos como han anunciado?

Lo que quieren hacer es como si a una casa que se está hundiendo le cambiamos el color de las paredes. El aborto es, objetivamente,  un acto de crueldad inadmisible, hacia un ser humano inocente y una sociedad avanzada no puede convivir con esto sin inmutarse o tratando de disimularlo y sin erradicarlo. Están matando a seres humanos y muchas mujeres están tomando una decisión que les va a arruinar el resto de su vida. Mientras, quien puede poner remedio, está dejando pasar el tiempo miserablemente y ahora buscando medidas populares para asegurarse su escaño. Si piensan que así van a hacer creer a alguien que han cumplido su promesa de reformar la ley, están muy equivocados.

¿Si solo se van a reformar algunos puntos, cuáles cree que serían los más importantes?

La ley habría que derogarla entera. Pero lo más perverso de la ley actual es que quitar la vida a un no nacido se recoja como un derecho. El ser humano queda completamente desprotegido y su vida a merced de la decisión de la mujer. Para algunos, esto es un derecho de la mujer, pero la realidad es que es un asesinato. Otros puntos gravísimos de la Ley Aído( mantenida por Rajoy) es el obstáculo a la objeción de conciencia del personal sanitario y el que el aborto esté recogido dentro de la cartera básica de servicios de salud.

¿Cómo cree que se ha gestionado desde el principio la tramitación del anteproyecto de Ley?

De manera cobarde y poco inteligente. Deberían haber derogado la Ley Aído el primer día de su mandato. Lo más grave es que tienen la posibilidad de hacerlo y era una promesa electoral. Después de tanta lentitud y de tener todos los dictámenes positivos-con alguna matización,- por parte de los organismos consultados (Consejo Superior de Poder Judicial, Consejo del Consejo Fiscal y el Comité de Bioética), después de ir descafeinándola cada vez más, se retira el anteproyecto. Es indignante. La sociedad que no valora y defiende a los hijos ni cuida a sus madres, no solucionará nunca el resto de los problemas. Está herida de muerte.

¿Cree que las formas de anunciar la paralización de la ley fueron adecuadas?

No. Primero se lanza el rumor a un medio de comunicación, y después se anuncia de manera precipitada antes de emprender un viaje a China.

¿Cómo valora la decisión de Alberto Ruiz Gallardón de dejar el Ministerio y la política?

El señor Gallardón, que en muchos momentos ha hecho cosas con las que nos estábamos en absoluto de acuerdo, ha sido coherente, porque no han dejado de ponerle obstáculos en la redacción del anteproyecto, le han hecho rebajar puntos importantes como en el caso del aborto eugenésico y, finalmente lo han desautorizado completamente. Ha defendido con firmeza y conocimiento de causa el tema y no ha querido salir adelante con una pantomima así.

Hay rumores de que Provida va a hacer un partido político. ¿Es cierto?

Puedo afirmar que ha sido un auténtico clamor la reacción de no votar al Partido Popular, porque  muchísimas personas de buena voluntad se han sentido engañadas. También han llegado peticiones de toda España en dos direcciones:  que se vote a partidos minoritarios ya existentes que llevan la defensa de la vida en su programa o que se forme un nuevo partido político (con personas comprometidas en la defensa de la vida y con los que han dado la cara dentro del  partido popular). Hay quien está valorando seriamente esta opción pero no sé nada concreto. Desde la Federación Española de Asociaciones Provida afirmo que este no es el cometido de nuestras asociaciones pero que nuestro interés es máximo, en que existan opciones válidas que no supongan un problema serio de conciencia para los votantes. Lo que para nosotros es un objetivo prioritario a medio y largo plazo, es conseguir que el respeto a la vida humana de todos en toda circunstancia, se lleve a cabo por parte de todos los partidos políticos y no esté a merced de quien gobierne. No estamos ligadas a ningún partido político y nuestra lucha será, mientras conseguimos   unas leyes justas, seguir ayudando  a que no se pierda ni una vida, a que las mujeres embarazadas no estén solas, a curar las secuelas del aborto provocado y a difundir la cultura de la vida. Nada nos desanimará en este empeño y estamos seguros que cada paso dado es uno menos para conseguir una sociedad que recupere las entrañas y el sentido común. La cultura de la vida por la que luchamos es fuente de solidaridad y de ayuda y es buena para todos.