Crimen sin respuesta

Antonio Gómez
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El asesinato de María Dolores Castro en Cuenca sigue sin resolverse 16 años después

La esperanza es lo último que se pierde en esta vida y a eso se aferran las personas que tienen algún familiar desaparecido o que pacientemente esperan a que se resuelva algún suceso. La detención hace unos días en Francia del presunto asesino de la joven Eva Blanco permitirá esclarecer este horrible crimen después de 18 años transcurridos. 
La investigación policial mejora año tras año con el avance de las tecnologías y este caso el ADN fue la pieza clave para detenerlo, pero aún así son numerosos los crímenes que siguen sin resolverse. Uno de ellos ocurrió en Cuenca el 1 de marzo del año 1999.  Ese día la veterinaria María Dolores Castro Mayenco fue asesinada en su residencia de la calle de San Esteban cuando tenía sólo 38 años.
La consternación invadió la ciudad cuando se daban a conocer los primeros datos de que presentaba numerosas puñaladas por diferentes partes del cuerpo.La titular en aquel momento del Juzgado de Instrucción número 2 de Cuenca decretaba el secreto del sumario y, pese al silencio que rodeó todo este caso durante días, desde el primer momento descartaron el móvil del robo, ya que la familia de la fallecida no echó nada en falta. 
Diecisiete días después de su asesinato,  agentes de Policía de la Comisaría de Cuenca detuvieron a un hombre de 50 años de edad como presunto autor de la muerte a puñaladas de esta mujer. Los medios de comunicación se hicieron eco de este caso donde llegó a estar una persona en prisión, pero que al final quedó en libertad por no existir pruebas contra él. 
 
reabrir el caso.  El pasado mes de agosto, amigos y compañeros, así como el Colegio de Veterinarios de Cuenca,  exigieron justicia a través de un comunicado de prensa, en el que recordaban que habían pasado 16 años de este crimen que seguía impune. 
Una de las peticiones que realizaban es que se reabriese el caso con el fin de que «sea investigado, encontrado y juzgado el culpable de tan horrendo crimen, ya que existe riesgo de caducidad del caso si transcurren veinte años».
Los que firmaban el texto aseguran que habían consultado a la familia de su compañera sobre esta iniciativa, de la que han recibido su apoyo. La hermana de la asesinada afirmó textualmente que dieran «gracias de nuestra parte y de parte de mis padres a los que estáis participando en esta iniciativa, porque estos detalles los agradecen de corazón son un bálsamo en su permanente dolor, permanente porque, sin culpable, sin cerrar el caso, la herida permanece abierta casi como el primer día».
 
detonante.  El comunicado fue firmado por los compañeros de Dolores (Mayte, Carmen, Pilar, Elena, José Ramón y José Antonio) y el Colegio de Veterinarios de Cuenca, y a través de él pedían que se hiciese todo lo posible para que se  resolviese definitivamente este caso que está pendiente.
     El detonante de esta iniciativa no fue otro que el trágico caso de las jóvenes conquenses, Laura y Marina, que fueron asesinadas también en Cuenca y  eso traía recuerdos de la injusticia cometida con «su amiga Dolores, puesto que el culpable todavía no ha pagado».
 Dieciséis años después el crimen de María Dolores Castro Mayenco sigue sin resolverse al igual que otras desapariciones como la de la niña Madeleine, que ocupó durante meses la atención de todos los medios de comunicación en el verano de 2007. En España, meses antes sucedió otro  importante como fue el de Yeremi Vargas. Hace unos días volvió a ser noticia, aunque fue una falsa alarma, ya que se descubrieron restos óseos muy cerca de donde desapareció en su día.