Otro palo al Barcelona

AGENCIAS
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El cuadro azulgrana suma en Sevilla su segunda derrota consecutiva lejos del Camp Nou (2-1)

El Barcelona sufrió ayer su segunda derrota consecutiva lejos del Camp Nou en la Liga al caer en el campo del Sevilla, en un partido en el que el cuadro catalán disparó cuatro veces a los palos. Así, el conjunto azulgrana perdió una gran ocasión para alcanzar el liderato del campeonato nacional, mientras que la escuadra local se regaló un balón de oxígeno tras un inicio de temporada titubeante. La madera y 12 minutos fantásticos tras el descanso le bastaron al equipo dirigido por Unai Emery para sacudirse el dominio visitante de la primera parte, anotar dos tantos definitivos y echar por tierra todos los esfuerzos del brasileño Neymar por asumir el rol del lesionado Messi.

El ‘carioca’ lideró al cuadro ‘culé’ como le reclamaba la hinchada: protagonizó algunas de las mejores ocasiones de su equipo; marcó, de penalti en el minuto 73, el gol que recortó distancias; y estrelló un balón en el palo que luego se paseó por toda la línea de gol. Pero ni por esas. Y es que la madera se alió también con el combinado andaluz que, plagado de bajas como los azulgrana y tras caer el pasado miércoles en la Liga de Campeones ante la Juventus de Turín, tomó aire en la Liga.  Hasta en cuatro ocasiones, una de Neymar, dos del uruguayo Luis Suárez, y otra de Sandro, los palos repelieron tiros azulgrana que apuntaban a gol.

Pese a las bajas , los azulgranas fueron superiores en un primer tiempo de ritmo trepidante, con un juego muy vertical por parte de ambos conjuntos, y en el que al Barcelona le faltó puntería para materializar las diversas ocasiones que generó. Nada nuevo en un equipo que suma ya seis partidos -de siete- en Liga sin marcar un solo gol en los primeros 45 minutos, síntoma de alguna carencia o de que necesita más tiempo para madurar sus duelos.  Cierto es que el Sevilla se defendió bien, se mantuvo compacto y hasta salió con ímpetu al ataque, pero con poco acierto en los últimos metros.

Tras el paso por vestuarios, el conjunto hispalense salió convencido de que podía conseguir los tres puntos, y lo demostró a los pocos segundos de la reanudación, con una peligrosa llegada de Gameiro. Krohn-Dehli abrió el marcador seis minutos después, culminando en el segundo palo una gran jugada personal del propio Gameiro que llegó a línea de fondo, superando a Jordi Alba y Mathieu, y puso la asistencia rasa.

En ese momento, el Barça bajó los brazos y el equipo de Emery, alentado por su público, aparecía en el área contraria con más facilidad y peligro. En este escenario, llegó el segundo tanto, obra de Iborra que, con un cabezazo certero en el centro del área sin oposición, puso tierra de por medio y acrecentó los nervios y las dudas en el sistema defensivo blaugrana.

El orgullo del vigente campeón afloró en ese momento. Neymar dio un paso más al frente, y tuvo hasta tres ocasiones en dos minutos, del 63 al 64, pero primero el meta sevillano evitó el gol con un paradón, y luego, con dos despejes seguidos, a sendos disparos. El Sevilla se estaba replegando en exceso y, por ello, acabó llegando la jugada en la que el bloque ‘culé’ recortó distancias. El brasileño disparó desde fuera del área y el balón tocó en la mano de Tremoulinas. Gil Manzano señaló la pena máxima y el ‘carioca’ marcó el gol desde los 11 metros.

Con el 2-1, el Barcelona intentó poner cabeza, meditar las jugadas y elegir la correcta para lograr el empate pero hubo cortocircuito. Más incertidumbre que peligro hasta el final.