El final feliz de una pesadilla

SPC
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Hortelano cierra con un triunfo y un récord de España en 200 metros su etapa más negra tras un accidente de coche que casi le deja fuera de la élite del deporte

Regresar al 110 por 100 después de dos años de sacrificio callado para recomponer los destrozos sufridos en un grave accidente solo está al alcance de los elegidos, y Bruno Hortelano, con su nuevo récord nacional de 200 (20,04), ratificó el pasado domingo que pertenece a esa estirpe.

En la final, seis horas después, después de una pequeña siesta, no pudo con su propia marca, aunque recuperó el título con su tercer mejor registro de siempre: 20,15, seguido del joven Paul Retamal y Daniel Rodríguez.

Su mano derecha, definida como «catastrófica» en jerga médica por los destrozos que presentaba en huesos, músculos, ligamentos y tendones, había suscitado dudas acerca de sus opciones reales de volver a ser el velocista de rango mundial que era antes del 5 de septiembre de 2016 en que el coche que tripulaba se estrelló contra la mediana de la autopista A-6, cerca de Las Rozas (Madrid).

Para el atleta terminó mal el año en que se proclamó campeón de Europa de 200 y llegó a las semifinales olímpicas. Se salvó por milímetros de que una plancha de hierro le atravesara el cráneo, pero fue operado de urgencia en el hospital madrileño 12 de Octubre y escapó milagrosamente a la amputación.

Tres intervenciones en dos años de paciente rehabilitación y una voluntad de hierro obraron el milagro. En el polideportivo Juan de la Cierva de Getafe, cuando ni él mismo se lo esperaba, rebajó en ocho centésimas su récord de España corriendo en 20,04... ¡en semifinales!

«Un fin de semana de ensueño, después de dos años muy difíciles. Hoy he superado de verdad el accidente de hace dos años», dijo.