El Villa de Aranda hurga en la herida de un Ciudad Encantada sin chispa (32-28)

Redacción / H.M.
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Los hombres de Lidio, demasiado frágiles en el primer tiempo, pagaron sus desconexiones ante los arandinos, más regulares • La encomiable reacción del segundo acto resultó baldía

Los desajustes defensivos y las imprecisiones resultaron una losa para el Ciudad Encantada en Aranda de Duero, donde los conquenses, demasiado frágiles en el primer tiempo, pagaron caro sus desconexiones y fueron siempre a remolque. Ni siquiera la heroica reacción del segundo acto bastó para frenar a los burgaleses, más regulares y enteros.
 
El ritmo resultó trepidante desde el inicio de la batalla. Los laterales Juanlu Moyano y Dos Santos tomaron las riendas de los ribereños y abrieron la primera brecha en el marcador (2-0). Los visitantes mantuvieron el tipo y encontraron dos lanzamientos de Tolmos y Miguelón para nivelar la contienda (3-2).
 
La exclusión del ruso Revin oxigenó más al Globalcaja y Vainstein puso las tablas (3-3) desde los siete metros. En superioridad, los guerreros de Lidio Jiménez  desperdiciaron una buena oportunidad para gozar de su primera ventaja, pero Miguelón se precipitó.
 
Vial, más seguro en la portería, contuvo el ímpetu del conjunto amarillo. No obstante, Roberto Sánchez rentabilizó los errores conquenses, con un Zejak desafortunado, para adelantar a los suyos (4-3). 
 
Imprecisiones. La inestabilidad del Globalcaja propició que el equipo de Cuétara se despegara en el electrónico (6-3). A la fiesta ofensiva de los burgaleses se sumó Cakic (7-4). En pleno intercambio de golpes, Juanlu Moyano puso el 8-5 y trasladó la presión a los de Cuenca. El decorado empeoró cuando Vainstein perdonó ante Rangel y Javi Muñoz fusiló a Ferrugem (9-5), lo que obligó a Lidio a pedir tiempo muerto.
 
Lejos de reaccionar, el Ciudad Encantada careció de solidez en su defensa 6-0 y se atascó en ataque. Ante tantas facilidades, los arandinos pusieron la directa con dos zarpazos de Roberto Sánchez (11-5). 
 
En un momento crítico, un inspirado Thiago, bien respaldado por Rafa López, Frade y Tolmos, entró en escena para mantener la esperanza (13-10). Sin embargo, Oswaldo Dos Santos y Javi Muñoz replicaron al instante antes de encarar el túnel de vestuarios (16-11).
 
El decorado permaneció inalterable en el segundo acto, con un cuadro castellano-manchego que siguió sin carburar (19-12) y jugó por impulsos, sin continuidad.
 
Dos Santos fue un martillo pilón, mientras que Roberto Sánchez tomó el relevo al contraataque (22-14, minuto 36). En superioridad numérica, el Ciudad Encantada tiró de orgullo y se enganchó al duelo (23-19) tras un golazo de Vainstein y otro del veterano Rafa López.
 
A 11 minutos del final, Javi Muñoz, Megías y Perrella pusieron contra las cuerdas a los conquenses (27-20). Fue el golpe de gracia al cuadro de Lidio, que luchó hasta el final (32-28). El horizonte se complica, sobre todo porque el Naturhouse y el Barça aguardan tras la esquina.
 
Lidio Jiménez: «El equipo se precipitó en ataque y eso le pesó»
 
El técnico del Ciudad Encantada, Lidio Jiménez, lamentó las dos caras que mostró su equipo en Aranda de Duero. «Empezamos bien en la primera parte, pero las pérdidas de balón y los fallos en tiros claros pesaron en exceso», analizó.  
 
A diferencia de la batalla ante el Ademar León, el Globalcaja luchó y plantó cara, pero «fallamos en los momentos claves del partido tras hacer un gran esfuerzo». En esta línea, el preparador también valoró la calidad del conjunto ribereño: «Aranda es un rival muy complicado que juega a un ritmo muy alto».
 
Tras encajar tres derrotas consecutivas, Lidio no ocultó que «el vestuario está jodido, pero hay que recuperar la confianza y levantarnos».
 
La exigencia irá en aumento en las próximas jornadas, como reconoció el míster: «La solución es trabajar y lograr un triunfo que nos dé ese plus. El sábado nos espera el mejor Logroño de los últimos años».