Cebolla: 30 días después

Redacción
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En Cebolla (Toledo) intentan volver a la normalidad y lo hacen acompañados de continuos gestos de solidaridad. Un vecino de Badajoz les ha donado una finca

Treinta días han pasado desde que los vecinos de Cebolla (Toledo) asistieran a uno de los peores momento de sus vidas en el municipio toledano. Un mes en el que «no solo hemos pasado momentos malos, también los hemos tenido muy buenos», aprecia con optimismo la alcaldesa Silvia Díaz agradeciendo el despliegue solidario de los vecinos de la provincia pero también de otros rincones del país.

Y es que, los gestos de solidaridad no han parado de sucederse desde que Cebolla se convertía en un barrizal fruto del desbordamiento del arroyo Sangüesa que sometió a momentos terroríficos durante horas a sus vecinos. Hasta una finca han recibido en donación de un vecino particular del municipio pacense de Burguillos del Cerro, una donación que en próximas fechas harán efectiva ante notario y que sorprendió a los responsables municipales. «Nos llegó una carta escrita en hoja cuadriculada y a máquina diciendo que nos donaba esta finca que está alquilada», relata aún sorprendida, pero muy agradecida, la alcaldesa de Cebolla.

Entre tanto, conciertos, comidas, festivales musicales, concurso de tiro al plato, festivales taurinos y toda suerte de citas culturales, deportivas y de ocio están recaudando dinero para los damnificados de Cebolla, con actos tanto en el municipio como en otras localidades de la provincia.

La próxima cita en Cebolla será el 20 de octubre con motivo de la Feria de Mujeres Rurales durante la cual habrá talleres y degustaciones cuya recaudación se destinará a la cuenta de damnificados creada por el Consistorio.

Damnificados que ya están recibiendo las muestras de solidaridad de mano de voluntarios como un matrimonio mayor cuya casa fue una de las más dañadas.

Explica la alcaldesa que ellos necesitaban una cama motorizada que quedó destrozada y en Oropesa se convocó un bingo solidario que permitió comprar la cama y menaje de hogar de todo tipo «porque todo quedó arrasado». También les han pintado de manera altruista la vivienda y les han ayudado con la instalación eléctrica.

Señala Silvia Díaz que el dinero se repartirá entre aquellos que hayan sufrido importantes daños y no dispongan de un seguro como este matrimonio.

Diferente será el reparto del dinero recaudado para los feriantes. Señala en este sentido Díaz que están creando una plataforma ya que desde el Ayuntamiento les han encomendado que sean ellos los que hagan las propuestas del reparto de fondos. «Ellos son los que saben realmente quien lo necesita más o menos y cómo lo pueden distribuir», apunta Silvia Díaz.

Dice la alcaldesa que uno de los edificios más dañados fue el que albergaba la biblioteca porque «no solo era nuestra biblioteca, también era sede de una asociación para discapacitados, la sede del Banco de Alimentos y el lugar en el que se desarrollaba un proyecto de empleo así como el Servicio de Promoción de la Autonomía Personal (SEPAP-‘MejoraT’). Así pues, desde el Ayuntamiento han instalado en otro edificio una biblioteca provisional e irán buscando ubicación a los otros servicios a medida que la actividad se vaya normalizando en Cebolla.

zona gravemente afectada. Y  los daños en este inmueble forman parte de la cuantificación  que ha acompañado al reciente documento de solicitud de ‘Zona gravemente afectada’ (antigua Zona Catastrófica’), que los responsables municipales registraron el lunes oficialmente para hacerla llegar al Consejo de Ministros. Una petición que cifra en 1.100.000 euros los daños ocasionados por aquella riada que hoy, y aunque las huellas físicas se vayan diluyendo, sigue atormentando a los responsables municipales. «El día 15 estaba lloviendo y estábamos el secretario y yo que no sabíamos qué hacer; y lo primero que se te ocurre es ir al puente», relata la alcaldesa con el temor vivo de que se pueda producir una nueva situación de estas características con la llegada de la época de lluvias.

La formalización de la petición de Zona gravemente afectada permitiría a los damnificados poder acceder a líneas de ayudas como préstamos preferenciales, ayudas a producciones agrícolas, a personas físicas o jurídicas para paliar los efectos sufridos, y otras de compensación a las corporaciones locales así como exenciones fiscales y deducciones.

Mientras tanto, los propietarios de viviendas y vehículos afectados han tenido que acudir al Consorcio de Seguros para intentar obtener la indemnización correspondiente.

En esta cuantificación de daños  se recoge por ejemplo que el coste de limpieza viaria para la retirada de barro ascendió a unos 78.000 euros mientras que los daños de reposición de la línea telefónica se cifran en 38.000 euros.

Aún queda por reponer mobiliario urbano, señales viales, árboles, etc... para que Cebolla vuelva a ser lo que fue antes del 8 de septiembre de 2018.

Sin embargo, miran al cielo y a las previsiones meteorológicas constantemente, más ahora que llega la época de lluvias. Porque el problema sigue sin resolverse.

Explica la alcaldesa que han estado en contacto con varios ingenieros para preparar el estudio que presentarán a la Confederación Hidrográfica del Tajo pero que en tan poco tiempo y dadas las circunstancias aún no disponen de él. «No es hacer una zanja y ya está, son muchas mediciones las que hay que hacer», indica Díaz que confía en que a finales de noviembre puedan presentar su propuesta a la CHTcon el objetivo de que esta tome medidas y, por fin, y después de muchos años de avisos y reclamaciones, realice obras en el arroyo Sangüesa a su paso por Cebolla que eviten una tragedia como la del 8 de septiembre que afortunadamente no se cobró ninguna vida pero ha dejado una marca psicológica en la población que será difícil de borrar.