Ayer fue un día muy duro para Rodrigo Rato. El calvario del que fuera vicepresidente del Gobierno continúa. Tras permanecer detenido cuatro horas el pasado jueves y ver cómo su despacho era registrado por la Policía y la Agencia Tributaria antes de ser puesto en libertad, tuvo que volver al número 50 de la calle Castelló, donde se sitúan sus oficinas, para «seguir colaborando», como recalcó él mismo en declaraciones a un diario, al tiempo que proclamó su inocencia y negó que hubiese cometido los tres delitos que se le atribuyen:fraude fiscal, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales. El varapalo fue aún mayor al bloquear el juez Serrano todas sus cuentas a última hora de la tarde.
«No tengo ninguna sociedad en ningún paraíso fiscal ni en ningún país de fuera de la Unión Europea», se defendió el que fuera número uno de Caja Madrid, que tuvo que soportar los gritos, insultos y abucheos de decenas de personas que le aguardaban a las puertas de su domicilio en Ramón de la Cruz así como de su despacho, adonde acudió voluntariamente al mediodía con el objeto de ayudar en su investigación a los miembros de Aduanas. De hecho, repitió el volcado de la documentación informático por un error.
Sobre la posibilidad de que hubiera desviado fondos a sociedades en las Islas Vírgenes, el que fuera número dos del Gobierno Aznar aseguró al citado rotativo: «No tengo nada ahí, la única relación que tengo con este paraíso es que trabajo con un abogado británico que tiene uno de sus despachos en Islas Vírgenes, pero yo con este despacho tengo una sociedad dentro del Reino Unido. En ninguna isla del Canal, ni otro país, dentro del Reino Unido».
El exministro de Economía se desligó también de un posible alzamiento de bienes, asegurando que no había hecho ninguna compra, ni venta de sus propiedades en los últimos 13 meses. «Por lo tanto, no he vendido ni comprado bienes», apostilló. Para ver si es cierto o no, la Fiscalía le solicitó la entrega de documentación patrimonial de varias décadas.
Pero no fue esa la única noticia mala del día para el que fuera uno de los pesos pesados del PP. El juez de Madrid Antonio Serrano decretó el bloqueo de todas las cuentas corrientes, depósitos, fondos de inversión y otros productos financieros de los que sea titular Rodrigo Rato.
Mientras en su entorno aseguran que no ha prestado declaración todavía y que desconoce qué tipo de investigación se está haciendo, qué es lo que se busca concretamente, y si quien la dirige es la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac) o la Fiscalía; ayer se tuvo conocimiento del recurso que la defensa del exvicepresidente del Gobierno interpuso el pasado 6 de abril ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional contra la fianza de 800 millones de euros fijada por el juez Fernando Andreu.
En el documento se le acusa de atribuirle la responsabilidad civil de la fusión y salida a Bolsa de Bankia de forma «errada», sin «sustento alguno» y con una «palmaria» ausencia de motivación apoyándose en el «débil» informe de los peritos judiciales.