La Alhambra recupera su tesoro perdido

SPC
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La Sala de los Reyes vuelve a brillar como en el siglo XIV, tras una década de restauración de las pinturas sobre cuero que la coronan y que muestran a los personajes ilustres de la corte nazarí

Un tesoro perdido. Diez años de trabajo de un equipo multidisciplinar y una inversión superior a los tres millones de euros han permitido terminar la rehabilitación de las pinturas sobre cuero que coronan la Sala de los Reyes de la Alhambra, únicas por su técnica y por la representación figurativa que engloba.

Aunque no hay fuentes coetáneas que expliquen qué simbolizan los frescos, las dos bóvedas laterales muestras escenas novelescas, de caballería, caza y cortesanas y la central, una reunión de 10 personajes ilustres, sultanes de la corte nazarí porque llevan turbante y el máximo signo de distinción, la espada jineta.

La restaruración se llevó a cabo sobre las tres bóvedas de la sala, próxima al Patio de los leones, concretamente en una superficie de unos 15 metros cuadrados en cada una, y que tanto por la técnica como por las representaciones figurativas que no se dan en el islam son piezas únicas en el mundo, según apuntó ayer el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez.