El agua sigue estando en los primeros puestos de las agendas políticas en la región. Así lo confirma la reunión que mantuvieron ayer el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, con el portavoz parlamentario del PP en las Cortes, Francisco Cañizares, y la secretaria general del grupo, Ana Guarinos, en la Consejería para abordar la actual problemática de los trasvases, la escasez de agua y la necesidad de alcanzar un pacto nacional para avanzar en esta compleja materia.
Ayer fue la primera vez que ambos partidos mantuvieron un encuentro de estas características y así lo resaltó Cañizares. En principio, el Gobierno regional sigue trabajando en el futuro acuerdo en defensa del agua, un documento del que se espera el respaldo político de todos los partidos para que Castilla-La Mancha tenga una única voz al respecto. En este caso, el portavoz parlamentario del PP no desveló si su partido está dispuesto a poyarlo cuando se lleve a las Cortes, pero sí confirmó «que aportará su visión del tema» y dejó caer también «la mejor predisposición» para que salga adelante un pacto en la región.
Sobre la reunión con el consejero, Cañizares destacó que era la primera vez en toda la legislatura, valoró el gesto y considera necesario abordar la problemática porque Castilla-La Mancha «necesita agua en cantidad y calidad» y en esta línea el PP tiene claro «que siempre va a estar con quien sea». Por tanto, entiende que hay que trabajar para alcanzar un pacto nacional por el agua, en el que la región «pida lo máximo».
En este caso, Cañizares dejó claro que hay que tratar el tema para ofrecer soluciones, evitando «dar vueltas al mismo asunto», también «sin perder la perspectiva». Por tanto, el PP insiste en que el Gobierno regional tiene que llevar el documento para la defensa del agua a las Cortes «para buscar este tipo de acuerdos con voluntad clara de buscar lo mejor para la región».
alternativas. El consejero valoró la predisposición del PP, recordó la necesidad «de defender los intereses de los regantes y de todos los ciudadanos» de Castilla-La Mancha. Además, apuesta por buscar «fuentes alternativas» para los regantes de Levante y los agricultores de Murcia y dejó claro que con esta propuesta «no se trata de ir contra nadie».
Por tanto, el uso de las desaladoras y la utilización de las aguas depuradas y las subterráneas podría ayudar a mejorar la situación y, sobre todo, a dejar a un lado el trasvase. Arroyo cree que ha llegado el momento de hacer «política del siglo XXI».