Mario Olivas Moya: Entrega máxima

Riánsares L.C.
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Con 17 años de edad, este taranconero va a cumplir su sueño el mes que viene al participar en el Campeonato del Mundo Junior de Salvamento y Socorrismo

El socorrismo puede ser una profesión pero también un deporte. Aún es bastante desconocido en España, aunque sus vistosas pruebas son foco de atracción cada vez de más espectadores. Las competiciones al más alto nivel requieren una preparación física enorme. Atletismo, gimnasio y natación son los tres ejes de los entrenamientos de Mario Olivas Moya, que con 17 años está entre los deportistas que después de 14 años han logrado proclamar a España campeona de Europa Junior de Salvamento y Socorrismo. «Y tras 57 años hemos superado un récord de puntos en ese mismo campeonato», añade este joven de Tarancón de espectacular palmarés y entrega sin límites. Mientras en su pueblo se celebraban las fiestas patronales –donde precisamente lanzó el chupinazo en 2017–, él se trajo en septiembre de Irlanda cinco medallas de Europa y ahora prepara su siguiente hazaña, el Campeonato Mundial Junior de Salvamento y Socorrismo, que tendrá lugar entre el 21 y el 25 de noviembre en Australia. Será el primer y único conquense allí, y junto a tres chicas de la región el único varón de Castilla-La Mancha. «Comencé la temporada con esta meta en la cabeza y puedo decir que voy a cumplir mi sueño, ir a un mundial y más en Australia, donde el salvamento y socorrismo es deporte rey», asegura con mucho entusiasmo. Mientras otros niños y padres apostaban por el fútbol o el baloncesto, él iba a clases de natación en la piscina municipal cuando se decidió fundar, allá por 2005, el club SVAT Tarancón. «José Antonio García Carrasco y José Allan Martínez, que conocían a nuestros padres y veían que se nos daba bien, nos ofrecieron entrar a una generación de niños con seis o siete años, que diez años después seguimos», recuerda. Unos inicios marcados por la ilusión de ir ganando competiciones. «Veíamos que se nos daba bien, iba pasando de categorías, ganando medallas», comenta desde la piscina en un hueco entre sus clases de segundo de Bachillerato en el instituto. Su trayectoria está marcada por un afán de superación incalculable. «Como cadete fui a mi primer campeonato de España y aún teniendo la mano rota se me dio bastante bien», recuerda. Pronto empezó a especializarse en las pruebas de sprint y banderas, «se me daba mejor, me gustaba más, tanto es así que como juvenil de segundo año quedé primero en ambas en el Campeonato de España», explica. Aquí también con anécdota, en la final de banderas se le salió el hombro derecho, a pesar del dolor, como se volvió a colocar no dejó de competir y de ganar. El verano de 2017 participó con la selección de Castilla-La Mancha en un campeonato en Francia, toda una experiencia, cuenta, «aprendí mucho y emprendí la temporada pensando ya en Australia, aunque sabía que era difícil». Tuvo la mala suerte de romperse la clavícula izquierda la pasada Navidad y no pudo entrenar durante tres meses. Al volver pasó por una anemia, pero sus buenos resultados en los campeonatos de Castilla-La Mancha y  España, de su categoría, fueron todo un revulsivo.  «Con los absolutos en el nacional quedé quinto en sprint y en banderas se me salió el otro hombro», lamenta. Ahí pensó que ya no iría al mundial, pero días después le convocaron para el europeo y consiguió cinco trofeos. Y es que se había preparado a conciencia. «Adelgacé ocho kilos, entrené mucho, mucho, mucho», confiesa Olivas, que ha logrado un hito histórico para el SVAT Tarancón, y ya es un referente regional en este deporte. Toda una joven promesa – que también ha trabajado ya como socorrista–, de corazón solidario. Ha nadado, por ejemplo, para recaudar fondos contra la ELA. Muy arropado por entrenadores, compañeros de club, Ayuntamiento y vecinos, espera con ímpetu que el himno nacional resuene en Australia.