Francisco Núñez se estrenará como líder del PP con una posible guerra interna en ciernes. Tal y como confirman fuentes ‘populares’ a La Tribuna, el albaceteño habría optado finalmente por integrar dentro de su Ejecutiva a su rival en las Primarias, Carlos Velázquez, pero no tiene ni mucho menos asegurado el voto de los más de 200 compromisarios afines al alcalde de Seseña, que suponen algo más de un tercio de los presentes hoy en Albacete. Núñez, según el entorno el alcalde de Seseña, quiere escenificar la unidad con un puesto secundario para Velázquez en la Ejecutiva. Yeso, insisten no es suficiente.
Si bien parecía que la sucesión de Cospedal se iba a consumar más o menos como lo tenía previsto la actual dirección del partido, en apenas un mes y sin grandes disputas internas, la falta de diálogo entre las partes podría desembocar en un cisma dentro de las filas ‘populares’. Un dato lo ejemplifica: Núñez y Velázquez han hablado, pero no ha habido negociación o al menos ésta ha quedado en el aire hasta última hora.
No obstante, desde el equipo del toledano se confirma a La Tribuna cuáles son las condiciones de Velázquez para escenificar la unidad del partido hoy en Albacete en presencia de Cospedal y Casado: la Secretaría General del partido en la región y encabezar la candidatura a la Alcaldía de Toledo. Por lo que, si no ha cambios de última hora, los suyos votarán en blanco hoy en Albacete a modo de protesta.
Núñez y su equipo saben que sería empezar con mal pie salir elegido presidente del partido sin el apoyo de este 35 por ciento de los compromisarios. Y más cuando se está a poco más de siete meses de unas elecciones autonómicas y locales decisivas para el PP. El mensaje que le mandó hace justo una semana el entorno de Velázquez en este sentido era más que claro: «Núñez debe decidir ahora si quiere contar con el otro 35% del partido; es decir, si quiere ganar o no ganar en mayo».
Además, como recuerdan, Velázquez ganó por goleada a los de Ñúñez en Toledo capital (obtuvo dos tercios de los votos y los 18 compromisarios), por lo que ya avisan de que si no le nombran candidato a Toledo por las buenas, tendrá a las juntas de distrito de la ciudad enfrente. Es más, se ven con fuerzas para pedir, tras las elecciones, un nuevo congreso provincial en Toledo, para situar a Velázquez en una Presidencia que la actual dirección del PP regional le negó para evitar un enfrentamiento de Tirado con el alcalde de Mora.
Desde la calle Génova estarían intentando calmar los ánimos y Núñez contará con el apoyo de Pablo Casado hoy en Albacete. Pero los mensajes que llegan desde Madrid son los de que el albaceteño es un «candidato de transición» y que no quieren ‘romper’ con Velázquez, un perfil que cuenta con importantes apoyos en sectores de Toledo como la Iglesia .
Habrá que esperar. Con todo, habrá que esperar para conocer qué puesto ocupará finalmente Velázquez y los suyos en el equipo de Núñez, aunque el sector toledano espera que no nombre una Ejecutiva como la que tiene ahora en la provincia de Albacete, «que es tan extensa que a todas luces es inoperante». Como ya hiciera Pablo Casado en julio, es más que probable que el nuevo presidente del PP castellano-manchego opte hoy por dar solo su lista de 22 nombres, dejando el reparto final de cargos pendiente de repartir. Incluso incluyendo nuevos nombres y puestos claves a posteriori.
Lo que sí está cada vez más claro es que Núñez quiere elegir a una mujer como número dos del partido. En este sentido, la alcarreña Ana Guarinos, presidenta del grupo parlamentario y del partido en Guadalajara, se perfila como la candidata con más opciones de suceder a Vicente Tirado como encargada de la ‘fontanería’ popular.
Otras posibles candidatas serían Claudia Alonso, aunque su nombre suena más como portavoz del PP en las Cortes, o la ciudadrealeña Lola Merino, también del núcleo duro del PP en el Parlamento regional y con bastante predicamento en el mundo rural, un caldero de voto tradicionalmente ‘popular’.
Sin embargo, el principal interrogante de este congreso sigue siendo hasta dónde llegará la renovación de este nuevo PP. No hay que olvidar que Núñez fue desde el minuto uno el candidato de la dirección del partido, con el apoyo expreso del todavía secretario general, Vicente Tirado, y de todos los presidentes provinciales. Ahora habrá que ver qué hueco les deja dentro de Ejecutiva. O lo que es lo mismo, hasta que grado está Tirado dispuesto a ceder parcelas de poder a su pupilo político. Cospedal, que cierra hoy 12 años al frente del PP regional, ha preferido mantener al margen en esta guerra, que ya no va con ella y sus aspiraciones políticas.
Los afines a Núñez sostienen que ahora el candidato a la Presidencia del PP debe demostrar «si toma el mando del partido o van a mandar los de siempre. Debe demostrar que no es ni Tirado ni Serrano, pero parece difícil porque esta campaña ha generado más deuda con ellos, que es lo que el aparato saliente quería», aseguran hace unos días a La Tribuna. Se verá.