Trump se queda sin rivales

Agencias
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El triunfo del magnate en las primarias de Indiana lleva a Cruz y a Kasich a abandonar la lucha por la nominación republicana, hecho que convierte al empresario en el candidato 'de facto'

 
 
La contienda republicana para lograr la nominación de cara a las presidenciales del próximo mes de noviembre en Estados Unidos comenzó con 17 aspirantes y dos favoritos: Jeb Bush y Donald Trump. Con el paso de los meses, las primarias celebradas en los diferentes estados de cara a la Convención Nacional de julio, que decidirá al candidato conservador, han ido dejando a gente por el camino, pero apenas han cambiado el nombre del preferido. Y ayer, la carrera se quedó, únicamente, con un único corredor. 
Con un amplio margen de ventaja, Trump volvió a imponerse en una votación -esta vez en Indiana- a sus rivales -reducidos solo a dos, el senador Ted Cruz y el gobernador John Kasich-, quienes, tras un nuevo varapalo, y en vistas de que poco tienen ya que hacer, anunciaron que abandonaban la campaña, dejando al controvertido empresario como candidato de facto de la formación.
Indiana había concentrado el último gran esfuerzo de Cruz y de la llamada campaña anti-Trump, en la que los dos adversarios políticos del neoyorquino habían unido fuerzas para intentar evitar un nuevo triunfo del favorito y propiciar, así, una convención disputada en la que ningún aspirante pudiera contar con todos los delegados necesarios para lograr la nominación. Pero fue en vano. El empresario inmobiliario volvió a arrasar en las urnas -un 53 por ciento, frente al 37 de Cruz y menos de un 10 por ciento de Kasich- y protagonizó lo que denominó como «un día increíble». «Nunca me había pasado algo así», agregó.
Poco después de conocer los resultados, el senador texano dejaba la carrera, asegurando que no veía «viable» hacerse con la victoria. «Dimos todo lo que teníamos en Indiana, pero esta noche los votantes eligieron otro camino. Por ello, suspendemos nuestra campaña», anunció Cruz, al que Trump dedicó, por primera vez en muchos meses, algunos elogios, al calificarle de ser «un tremendo competidor», «duro» e «inteligente».
Ante esta perspectiva, el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, calificó al magnate como el que «más probablemente» será nominado por el partido, por lo que instó a enterrar el hacha de guerra y cerrar filas en torno al previsible candidato. También un mensaje de unidad lanzó el señalado: «Vamos a traer unidad al Partido Republicano», instó.
Horas más tarde, y pese a estar ya desahuciado en cualquier encuesta, Kasich dio un paso similar al de Cruz y también abandonó la carrera. Un gesto que sirvió para ratificar aún más a Trump como líder indiscutible de cara a las presidenciales.
 
Retos. Sin embargo, el gobernador por Ohio cuenta para el magnate, quien aplaudió que «ha hecho bien» en retirarse, pero apuntó que «podría ser un buen vicepresidente». «Estoy interesado en él. Tenemos una buena relación y podría ser de mucha ayuda», expresó el multimillonario, quien reconoció que tiene varios nombres en mente para ser su número dos en el Gobierno, si bien se inclina por la «ruta política». «Yo tengo talento en los negocios y necesito a alguien que me ayude con la legislación», indicó.
A partir de ahora, el empresario neoyorquino tendrá dos grandes retos, lograr el respaldo de los suyos e imponerse a su rival demócrata, previsiblemente Hillary Clinton. Para ambos cometidos, deberá controlar su verborrea rápida y moderar su lenguaje, considerado racista, homófobo y ofensivo en muchos casos.