El largo viaje hacia la Moncloa

Agencias
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Los partidos mantienen las mismas propuestas que hace medio año, lo que hace muy difícil un posible entendimiento después de las elecciones si el escenario político sigue fragmentado

El diálogo entre las formaciones en este momento no parece fácil, más bien todo lo contrario, máxime cuando los principales grupos políticos mantienen en sus programas electorales las mismas propuestas que hicieron imposible el entendimiento tras los pasados comicios y que han obligado a convocar nuevas elecciones generales en España. Ya se verá una vez pasado el 26-J y según sea el resultado de las elecciones la capacidad de diálogo de cada uno de ellos. 
Así, el PP, que según las distintas encuestas ganaría las elecciones aunque sin la mayoría suficiente para gobernar en solitario, anunciaba el pasado sábado, por boca de su presidente, Mariano Rajoy, que volverá a proponer al PSOE formar una gran coalición para gobernar España -junto a Ciudadanos- si, tras los comicios del 26 junio, el panorama político español sigue fragmentado y no varía sustancialmente. 
En este sentido, el presidente del Gobierno en funciones apostó por un gran pacto con los socialistas en vez de estar en un Ejecutivo en minoría, porque está convencido de que es lo que más le conviene a España.
Y puntualizó que «dejar gobernar a alguien con ciento equis escaños, los que sean, se puede, pero es muy difícil», subrayó antes de asegurar que él va a mantener la misma idea de después del 20-D de ofrecer una gran confluencia. 
Sin embargo, los socialistas mantienen que hay que «dejar atrás» la etapa «negra» del Partido Popular y de Rajoy y conseguir un «Gobierno de cambio» con el líder de los socialistas Pedro Sánchez. 
Así se expresó ayer el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, en Mallorca, que criticó que «la gran coalición ha sido la de Rajoy e Iglesias contra el cambio» por lo que pidió a «quien quiera cambio» que «apueste por el PSOE». 
El progresista insistió que el 26 de junio «se celebra en España un referéndum por el cambio» y «solo una papeleta lo garantizará». 
En la misma línea que hace medio año se mantiene también el líder de la formación morada, Pablo Iglesias, quien persiste en su propuesta de permitir la convocatoria de un referéndum en Cataluña si Podemos llega al Ejecutivo, mientras que socialistas y los de Rivera se oponen. 
Además, los dirigentes de Podemos instan a la formación de Pedro Sánchez, como ayer le urgió la cabeza de lista de Unidos Podemos al Congreso por Las Palmas, Meri Pita, a explicar en esta nueva campaña con quién y en base a qué programa pactará el PSOE.
 
La apuesta de C’s.
Por último, el partido de Albert Rivera ya ha adelantado que pactará con aquellos que mejor acepten sus propuestas y advirtió de que «ni Rajoy ni ningún otro líder marca la estrategia de campaña de C’s». 
En este orden de cosas, el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, aseguró ayer que España «tiene que tener Gobierno sí o sí» tras las elecciones porque «basta ya de echar los dados» y propuso a quienes lo único que les importa es «la silla» que se comprometan, de cara a futuras negociaciones, a «no pedir sillones».
A pesar de esta confrontación política entre los cuatro partidos políticos principales, las formaciones parecen abocadas a entenderse, a tenor de las encuestas publicadas hasta el momento, ya que según estos estudios ningún grupo obtendrá el 26 de junio unos resultados que le permitan gobernar sin pactos. 
Así, la última conocida el pasado sábado, un sondeo realizado por la Consultora Advice Strategic, señala que el PP ganaría con casi el 30 por ciento de los sufragios y Unidos Podemos quedaría como segunda fuerza, con un 24,4 por ciento, superando al PSOE en cuatro puntos (20,4 por ciento). 
A su vez, el partido de Rivera lograría el 14,7 por ciento de los votantes, ocho décimas más que su marca del 20-D.