La selección española solventó el primer amistoso preparatorio para la Eurocopa de Francia con un triunfo sobre Bosnia Herzegovina (3-1) liderado por Nolito, quien dejó detalles de su enorme calidad. Además, el choque permitió el ilusionante debut con la ‘roja’ de varios jugadores.

El andaluz sacó de la chistera dos genialidades propias de un futbolista de su clase, aunque se benefició no obstante de la pasividad de la zaga rival.

En la primera, aprovechó un despeje corto de Dzeko para enviar el balón a la escuadra izquierda de la meta de Begovic, que, pese a tocar el esférico, no pudo evitar el tanto y, en la segunda, enganchó una vaselina perfecta con la que sorprendió a la zaga y al portero.

 El jugador del Celta demostró que puede ser un peón de lujo en el torneo continental, un hombre que puede aportar mucho al cuadro de Del Bosque. Sus goles rubricaron el magnífico arranque de España. Los nuevos cumplían a la perfección. Asenjo no tenía trabajo bajo palos, Bellerín se mostraba sólido atrás y Asensio aportaba su calidad en la media punta.

La selección española dominaba casi a placer a un equipo animoso pero poco más. Pjanic apenas podía llevar la manija y enlazar con la línea de ataque.

Una de sus grandes figuras, Dzeko, se retiró lesionada a los 22 minutos, pero para entonces España había aminorado un tanto el ritmo. Los bosnios tuvieron la fortuna de entrar en el partido en su primer tiro, un remate de cabeza de Spahic a la salida de un córner, al superar en el salto a Bartra.

El exzaguero sevillista quiso reclamar más protagonismo. No le bastó con el gol y se ganó la expulsión con roja directa al borde del descanso tras dar dos manotazos seguidos a Azpilicueta y Cesc.

 El ardor guerrero de este cuadro balcánico no le permite rendirse ni con uno menos. Lo demostró en la reanudación, aunque también colaboró en ello el carrusel de cambios que afectó bastante más a España.

 Sin Silva ni Cesc Fábregas, perdió el dominio del balón el conjunto de Del Bosque y dejó de llegar con peligro y controlar el encuentro. Todo ello alimentó las esperanzas del rival, que rozó el empate en más de una ocasión.

Bosnia, pese a su inferioridad numérica, por momentos estaba desmelenada ante un equipo que no encontraba soluciones.

 Tuvo Oyarzábal la sentencia definitiva a falta de un cuarto de hora, pero su disparo, colocado y raso, se marchó ligeramente fuera cuando se había quedado solo ante Begovic.

La ‘roja’ comenzó con brillantez, de forma más que esperanzadora, pero luego fue a menos y pasó por apuros, bastante serios. Al final, Pedro, a los 94 minutos, firmó la sentencia al aprovechar un rechace del cancerbero.