Al final la presión de los suyos pudo con su firmeza. La exsecretaria general del Partido Popular terminó ayer abandonando el máximo órgano de dirección de la formación. María Dolores de Cospedal dejó el Comité Ejecutivo Nacional después de que salieran a la luz nuevas conversaciones mantenidas con el excomisario de Policía José Manuel Villarejo, en las que presuntamente pidió que se investigara al hermano del socialista Alfredo Pérez-Rubalcaba, así como a su propio compañero de siglas Javier Arenas.
Cuando se conocieron las primeras grabaciones, la que fuera también ministra de Defensa justificó la petición de esos informes al expolicía ahora encarcelado porque era su trabajo. Un alegato que reiteró en el comunicado que hizo público para comunicar su renuncia: «Lo hice pensando, y sigo pensando, que era mi obligación como secretaria general para tener toda la información posible acerca de los hechos que pudieran perjudicar a mi formación». En este sentido, justificó que siempre ha tenido como prioridad la lucha contra la corrupción que pudiera afectar al PP.
Además, lamentó los «múltiples ataques» que ha recibido estos días con motivo de esas conversaciones, y aclaró que otro de los motivos que le ha llevado a dimitir es «evitar que ese acoso se haga extensivo al partido y a su actual presidente, Pablo Casado».
Un gesto que la nueva dirección del PP agradeció al considerar que «le honra», ya que Cospedal pone los intereses del PP «por delante de los suyos», según manifestó el actual secretario general, Teodoro García Egea, que fue el encargado de salir a explicar la renuncia de su predecesora en el cargo, una decisión que se tomó «de mutuo acuerdo».
Fuentes populares matizaron que ese «de mutuo acuerdo» consistió en que la que fuera ministra de Defensa con Mariano Rajoy acudió a la sede nacional a comunicar su renuncia. «Ella abandona y nosotros estamos de acuerdo», añadieron los mismos interlocutores, una expresión que no ocultaba el cierto alivio con el que acogieron la dimisión en la calle Génova. «Nosotros no tenemos nada que ver con lo que ocurrió en 2009, hemos venido aquí para mirar al futuro», explicaron, incidiendo en las palabras previamente subrayadas por el secretario general, cuando ante los medios de comunicación se refirió a este asunto como «temas del pasado».
A pesar de esta renuncia a su cargo en el organigrama del PP, María Dolores de Cospedal mantendrá su escaño en el Congreso, Cámara en la que preside, además, la Comisión de Exteriores. «No hay forma de reemplazarla mientras no sea la persona afectada quien dimita de ese cargo», señalaron desde Génova. Con todo, las mismas fuentes subrayaron que esta cuestión «no es un problema para el partido» una vez se ha producido la renuncia de la Ejecutiva Nacional.