Los críticos de videojuegos están debatiendo aún si el juego de 2018 ha sido Red Dead Redemption 2, God of War, Marvel´s Spiderman o Super Smash Bros. Ultimate, pero los jugadores más jóvenes de todo el mundo tienen claro que para ellos 2018 fue el año de Fortnite Battle Royale, un modo de juego gratuito de Fortnite que consiste en 100 jugadores en una isla compitiendo por ver quién es el último que queda vivo. Para dar más emoción, la zona de juego se reduce cada cierto tiempo. Según informa la página de información tecnológica TechCrunch, el desarrollador del juego, Epic Games, obtuvo en 2018 un beneficio neto de 2.622 millones de euros, buena parte de ellos de Fortnite, a los que hay que añadir los obtenido por las licencias de Unreal Engine, el motor gráfico de Epic que utilizan muchos de los videojuegos actuales. Tal entrada de dinero ha permitido al desarrollador abrir su propia tienda virtual desafiando el casi monopolio de Valve con Steam.
Fortnite tiene un modo de juego que hay que comprar, Salvar el mundo, y otro gratuito, Battle Royale, que es el que realmente ha arrasado entre los jugadores, que pagan por el pase de batalla de cada temporada y por distintos trajes para los personajes, las mochilas que estos llevan y los paracaídas que utilizan para caer en la isla. Una vez en sobre el terreno los participantes recogen recursos y pueden construir defensas para protegerse o plataformas que ascienden para atacar desde una posición más elevada. Esta propuesta ha seducido a la increíble cantidad de 200 millones de jugadores que se lanzan a la isla en todas las consolas, PC y hasta en el móvil.
El juego también ha protagonizado algunas noticias malas como el ingreso por adicción de una niña de nueve años en el Reino Unido que jugaba más de nueve horas diarias y al futbolista Mesut Özil se le ha recriminado que no se recuperó de su última lesión por el tiempo que dedicaba al pasatiempo. También ha habido casos de jóvenes que han gastado centenares de euros de la tarjeta paterna en comprar la moneda de juego, algo que se puede evitar vigilando las horas de juego y eliminando la tarjeta como medio de pago.
Uno de los factores que más ha favorecido el auge y popularidad del juego ha sido ver vídeos de partidas en Youtube y la retransmisión en directo a través de Twitch, y algunos streamers como Ninja se han convertido en los más vistos de la plataforma. Pero la verdadera clave del éxito es que Epic ha sabido leer los gustos de los nuevos jugadores, que están acostumbrados a ver vídeos de gente jugando y que necesitan novedades constantes. Battle Royale juega una temporada cada 10 semanas, y cuando una está a punto de terminar introduce novedades en el mapa que anticipan qué habrá en la siguiente, de forma que el mapa está en constante cambio. A una hora determinada ocurre un suceso y solo lo podrán ver en directo los jugadores que estén conectados en ese momento. Así, cuando comenzaron las Navidades la isla apareció cubierta de nieve y en Nochevieja hubo una gran fiesta con música y fuegos artificiales. Ahora han empezado a verse huevos que parecen ser de dragones por todo el mapa y se ha escuchado algún rugido, habrá que ver qué sucede porque la isla de Fortnite trae cada semana una nueva aventura.